La Guardia Civil ha desplegado su "policía del aire" en sus 54 comandancias, donde 171 agentes especializados controlarán el espacio aéreo de sus áreas de influencia para evitar el vuelo ilegal de drones o de cualquier otra aeronave que no cuente con la autorización pertinente.

Fue en 2016 cuando el instituto armado creó el primer equipo Pegaso (Policía Especialista en Gestión Aeronáutica y de Seguridad). Y fue en Madrid como experiencia piloto, pero cuatro años después, tras un periodo de formación de los agentes, se ha podido implantar en todo el territorio.

De este modo, los 171 agentes formados se va a distribuir en las 54 comandancias (una por cada provincia, salvo Asturias y Cádiz que cuentan con dos).

Unos equipos que desarrollarán funciones relacionadas con la aviación en general, ejerciendo un mayor control sobre aeródromos, campos de vuelo, helipuertos y pistas de emergencia. En suma, según informa la Dirección General de la Guardia Civil, complementarán la labor del cuerpo en los aeropuertos españoles.

Y como el uso de aeronaves pilotadas por control remoto, comúnmente conocidas como drones, se está incrementando, los equipos Pegaso se encargarán de la prevención y control de incidentes relacionados con estos dispositivos.

Para ello, contarán, entre otros medios, con el Sistema Global Contra Dron (SIGLO-CD) de la Secretaría de Estado de Seguridad, un sistema que en la última semana ha detectado 112 vuelos de estos aparatos.

Los 54 equipos Pegaso llevarán a cabo inspecciones de instalaciones y entidades relacionadas con la aviación general (escuelas de vuelo, empresas de ocio, servicios profesionales aeronáuticos, etc.), e impartirán actividades de concienciación orientadas a usuarios de aeronaves de aviación ligera y/o drones.

Asimismo, investigarán hechos delictivos en estos ámbitos, como así ha sido en el incidente ocurrido en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas el pasado 4 de febrero, cuando tuvo que cerrarse el espacio aéreo tras haberse detectado un dron.

Fuentes de estos equipos han explicado a Efe que ese día el protocolo de actuación funcionó "perfectamente" y han recordado que lo que primó fue la seguridad de los pasajeros, que en ningún momento estuvo en peligro.

Independientemente de lo que se desprenda de la investigación, lo importante, han añadido las fuentes, es que enseguida se cerró el espacio aéreo porque el protocolo diseñado en casos como este "está hecho para garantizar la seguridad de los pasajeros".

Solo el pasado año, el equipo Pegaso pionero, el de Madrid, culminó 51 investigaciones de incidentes relativos a helipuertos, aeródromos, clubes de aeromodelismo, drones, ultraligeros y paramotores.

Asimismo, se localizaron 9 infraestructuras susceptibles de ser utilizadas para el aterrizaje y despegue de aeronaves sin autorización, que la Guardia Civil monitoriza constantemente para que no sean utilizadas.

El despliegue de la "policía del aire" favorecerá la persecución del uso de drones para fines ilícitos, como el transporte de droga, tal y como ya se ha comprobado en Andalucía, o la introducción en las cárceles de sustancias u objetos prohibidos.

La iniciativa, pionera según el instituto armado, sigue las recomendaciones de Interpol para actuar ante incidentes con drones y "sitúa a la Guardia Civil como un referente único en el contexto europeo e internacional".

De hecho, se han interesado diversos organismos internacionales, como el Grupo Pompidou del Consejo de Europa, donde próximamente serán presentados los Pegaso.

Ya en el ámbito nacional y como agentes especializados, solo en la Comunidad de Madrid han impartido 24 jornadas de actuación ante incidentes de drones con la participación de policías locales.

Los 171 agentes que componen la nueva "policía del aire" han sido formados con la colaboración de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), la empresa pública Enaire y la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación (CIAIAC).