Pablo Casado ha estrenado la sesión de control al Gobierno con una pregunta sobre Cataluña y sobre los intentos de Pedro Sánchez de rebajar la tensión con la Generalitat con la formación de una mesa de diálogo con ERC y Junts per Cataluña. El líder del PP ha acusado a Sánchez de querer cambiar el delito de sedición en el Código Penal para "indultar por la puerta de atrás" a Oriol Junqueras con tal de sacar su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado. Casado ha reclamado al jefe del Ejecutivo que respete la Constitución y no se siente a hablar con un "preso inhabilitado que está usurpando ya funciones públicas", en referencia a Quim Torra. Un lapsus de Casado para la hemeroteca.

Sánchez ha empezado su respuesta lamentando que tras perder las últimas cinco elecciones celebradas en España (dos generales, municipales, autonómicas y europeas) no haya cambiado de estrategia de oposición y siga basándose en la "crispación" y la "confrontación". El presidente del Gobierno ha pedido que si finalmente decide no dejarse "arrastrar" por Vox y quiere contentar a sus votantes "moderados", le tiende la mano para encontrar una solución al conflicto político catalán.

El secretario general del PSOE ha reclamado a Casado que piense en los siete años de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno y analice los sucesos: "Dos referéndums ilegales, una declaración unilateral de independencia, políticos presos y otros tantos huidos". "El balance es lamentable. No ha ganado nadie (...) Ha perdido la democracia, la política. Es un fracaso colectivo liderado por una Administración del PP", ha continuado. Y en este contexto le ha pedido que participe de la nueva dinámica de diálogo inaugurada por el Gobierno de coalición y también participe en la renovación de los órganos constitucionales como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), las pensiones y la financiación autonómica. Sánchez le ha aconsejado que sea "el eco" de los españoles que "votaron la posición moderada del PP" y sea una "oposición útil, leal a España y los españoles".

Mañueco pide a Sánchez que mire a todos

El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha dicho que Pedro Sánchez "no puede seguir de espaldas a millones de españoles" ni "mirar solo al mismo lado del país porque les debe la Presidencia" a la hora de hacer política.

En un desayuno informativo, Fernández Mañueco ha reclamado al presidente del Gobierno que se reúna con todos los responsables autonómicos y no solo con el de la Generalitat, Quim Torra.

Precisamente al encuentro celebrado entre ambos el pasado jueves en Barcelona ha atribuido la ausencia de un representante catalán a la reunión del día siguiente del Consejo de Política Fiscal y Financiera, ya que conocían de primera mano las decisiones que se iban a adoptar sobre financiación autonómica.

Ha insistido en que para sanear las cuentas de las comunidades, el Gobierno debería haber abonado los 2.500 millones de una mensualidad del IVA de 2017, concretamente, 142 millones a Castilla y León.

Un dinero que no se ha quedado la Junta -ha precisado-, que necesitan los servicios públicos de la comunidad y que van a reclamar próximamente en los tribunales.

Además de urgir a renovar el sistema de financiación autonómica, el presidente de Castilla y León ha dicho que en España hay unos retos inaplazables que debe asumir el Gobierno de Pedro Sánchez, como elaborar políticas de Estado para frenar la despoblación, contribuir a la transición energética y al crecimiento económico.

Ha explicado que Castilla y León apuesta por la transformación digital para asentar a la población en el mundo rural y animar a que se instalen las empresas, lo que favorecería la creación de empleos de última generación y la extensión del teletrabajo.

Mañueco, que llevaba prendido un pin de los objetivos de la Agenda 2030, ha pedido la reindustrialización de las comarcas mineras y nuevos regadíos para fijar la población en esas zonas.

Pero desde que fue investido Sánchez, ha continuado, en vez de buscar estas y otras soluciones para los problemas del país, se ha dedicado a nombrar a Dolores Delgado fiscal general del Estado con la siguiente polémica, pedir la reforma del Código Penal "para dejar en libertad a quien le hizo presidente" o reunirse con un presidente "inhabilitado", en referencia a Torra.

Además, ha insistido en que el Gobierno solo tiene gestos "y deja de lado las transformaciones que necesita el país", porque Sánchez es presidente por una investidura "que nace polarizada, alejándose del diálogo constructivo y con una radicalidad que nos aleja de un futuro común".

En el coloquio posterior y preguntado por la posibilidad de que León se constituya en otra comunidad diferente, ha precisado que "la ley es la ley" y "cualquier desafío" al Estatuto y a la Constitución "ya sabe lo que tiene que hacer": lograr una mayoría de dos tercios en el Parlamento regional y llevarlo después al Congreso.

Ha dicho respetar la historia e identidad de León pero ha puesto en valor los 38 años de su integración en la comunidad autónoma y ha animado a hacer pedagogía desde la Junta.

A su juicio, el Gobierno ha tomado decisiones que han perjudicado a León, como el cierre de las minas y las térmicas, el retraso en algunas infraestructuras o la no aprobación de nuevas zonas de regadíos.

Preguntado por si afectaría a la gobernabilidad, la posibilidad de que su vicepresidente, Francisco Igea, opte por saltar a Madrid como líder de Ciudadanos, Mañueco ha asegurado que no quería interferir en el proceso de otro partido, pero que de suceder no afectará al trabajo de la Junta.