El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Quim Torra, han acordado poner en marcha este mismo mes de febrero la mesa de diálogo entre Gobiernos, un instrumento que según ha explicado Sánchez no tendrá la figura de mediador.

Tras confirmar la disposición de Torra de que la mesa se constituya en febrero, como le ha propuesto, Sánchez ha pedido paciencia para el desarrollo del diálogo sobre Cataluña, un "reencuentro" que comienza ahora y que según ha reconocido va a ser "complejo" y llevará tiempo. "El mediador serán los 47 millones de españoles", que serán "testigos" de dicho diálogo "sincero, franco y transparente", ha dicho Sánchez en su comparecencia ante los medios tras la reunión mantenida con Torra.

Ha subrayado asimismo que ahora hay que negociar la composición de dicha mesa, pero su intención de estar él mismo en esa primera reunión de constitución que se va a celebrar en febrero. Una mesa en la que él seguirá defendiendo los mismos postulados de siempre sobre a Cataluña, y en concreto ha recalcado que él es "un firme defensor del autogobierno integrador", porque entiende que es lo que "aglutina a más catalanes y representa mejor la pluralidad".

Pedro Sánchez ha insistido en que el diálogo que ahora se inicia va a ser "largo" y no será fácil sino "complejo", pero hay que hacer este recorrido "paso a paso".

Al inicio de su intervención, ha dicho que este jueves es un día muy importante para Cataluña y para el conjunto de España porque es cuando comienza el "diálogo para el reencuentro". Por eso ha pedido "paciencia, determinación y generosidad".

Sánchez ha dicho que ha encontrado en Quim Torra el "tono y la predisposición" para abrir un diálogo "honesto, abierto y respetuoso" y ha subrayado que el significado de la reunión celebrada hoy no puede ser otro que el de "la voluntad sincera de dialogar y acordar". Algo necesario, ha añadido, tras una década presidida por el desencuentro y el conflicto, con un "balance lamentable" en el que "nadie ha ganado y todos hemos perdido", un balance "sombrío" que sólo había dejado una "estela de desánimo".

Presupuestos

En este sentido, ha hablado del "empate perpetuo" que había entre el Gobierno y la Generalitat y del cansancio de los ciudadanos sobre los choques continuos entre ambas administraciones, al que hay que dar respuesta propiciando el diálogo.

Y eso a pesar de que hay y seguirá habiendo, ha advertido, sectores contrarios al entendimiento con la Generalitat, que se van a resistir y van a seguir defendiendo "la imposición" como única forma de resolver el conflicto.

Ha apostado por superar esas resistencias porque son "muchos más" los que defienden el diálogo e incluso espera que los contrarios al final acaben sumándose a la vía del acuerdo. "El camino no va a ser fácil, no va a ser rápido hay heridas muy profundas, llevará tiempo y esfuerzo" y todo ello es razón para que comience "cuanto antes", ha señalado Sánchez, quien por otra parte ha señalado que también espera que este mes de febrero se reúna la comisión bilateral Gobierno-Generalitat.

Por otro lado, el jefe del Ejecutivo ha desligado el calendario electoral catalán de la tramitación de los presupuestos del Estado, que según ha dicho se tienen que acordar cuanto antes, porque "no tienen que ver" con dicho calendario sino con "las urgencias y el día a día que afecta a los españoles".

El calendario que sí hay que consensuar con la Generalitat, ha dicho, es el del diálogo, así como "una agenda" que acerque a ese "reencuentro" que hoy comienza.