El hasta ahora presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, asume la cartera de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones y uno de los retos más difíciles para el próximo Gobierno, el de la reforma del sistema de pensiones. Economista de reconocido prestigio internacional con amplia experiencia en análisis presupuestario, económico y financiero del sector público, su nombramiento constituye una sorpresa dentro del Gobierno de coalición dada su nula filiación política y teniendo en cuenta que fue el Gobierno de Mariano Rajoy el que le fichó para hacerse cargo de la AIReF.

En esta institución, creada en 2014 a instancias de la Unión Europea, ha mantenido un perfil independiente y ha evitado dar su opinión sobre las políticas del Gobierno socialista, aunque sí ha puesto de relieve -siempre desde un punto de vista técnico- las incongruencias en las que incurrían las medidas presupuestarias planteadas por el Ejecutivo.

Poco sospechoso de alejarse de la ortodoxia económica, su nombramiento -junto con el ascenso de Calviño a vicepresidenta- supone un gesto hacia los empresarios, preocupados por el giro económico que pueda dar el Gobierno con la entrada de Unidas Podemos.

Quienes han trabajado con él destacan que es de trato fácil. Su carácter abierto, dialogante y conciliador le ayudará a manejar el diálogo social con patronal y sindicatos, con quienes tendrá que negociar una de las principales reformas de la próxima Legislatura, la de las pensiones. Antes de abordar la reforma, el Gobierno previsiblemente esperará a las recomendaciones del Pacto de Toledo, comisión parlamentaria ante la que el propio Escrivá ha comparecido en varias ocasiones en calidad de experto.

Como presidente de la AIReF, defendió la necesidad de consensuar la forma en que se revalorizarán las pensiones a futuro, ya que considera que no le queda recorrido al índice que introdujo el PP unilateralmente en 2013, una vez se ha visto que la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones es socialmente inaceptable.