¿Es la actitud de Oramas una estrategia de presión de última hora para conseguir más cesiones del PSOE? ¿Es simplemente un acto de rebeldía que puede acabar con su carrera política? Estas y otras preguntas surgieron nada más conocerse el discurso de la diputada tinerfeña en la tribuna de oradores del Congreso, que consiguió un protagonismo inesperado (¿o calculado?) que solapó al resto de los partidos del grupo España Plural, en el que está ubicado CC en el Congreso en esta recién iniciada legislatura. Pero también hay una lectura en clave interna de cara al congreso que celebrará el partido en mayo y para el que ya existen ciertos movimientos para liderar el partido con dos grandes protagonistas: el sector tinerfeño-palmero que encabezan dirigentes como Fernando Clavijo y Rosa Dávila y el sector de las islas orientales con Mario Cabrera y David de la Hoz al frente. En una posible tercera vía se colocaría el dirigente herreño Narvay Quintero. Sea como sea, el movimiento de Ana Oramas, con un discurso muy crítico con el pacto de Sánchez con Podemos y Esquerra Republicana, deja en evidencia las diferentes almas que conviven en CC. Un dirigente significativo de CC sacaba ayer una conclusión tras escuchar a Oramas: si NC no se hubiese precipitado en la firma del acuerdo con el PSOE ahora los votos de los nacionalistas canarios sí serían realmente decisivos.