Felipe VI baraja aplazar unos días su decisión sobre la investidura ante la situación de incertidumbre política, las conversaciones de última hora entre los diferentes partidos y la posibilidad de que se pueda cerrar un acuerdo en los próximos días que evite la repetición electoral.

Así lo han asegurado fuentes conocedoras del contenido de la ronda que el Rey está celebrando este lunes y martes con los distintos representantes de las fuerzas políticas y que concluirá esta tarde con una reunión en Zarzuela con el presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez.

Las fuentes consultadas han explicado que el monarca no desea tomar una decisión apresurada ya que todavía queda tiempo hasta el próximo lunes, 23 de septiembre, para que un candidato sea elegido en el Congreso antes de la convocatoria automática de elecciones.

Lo previsto era que el Rey optara este martes entre dos opciones: o designar un candidato a la investidura -con toda probabilidad Pedro Sánchez- o que, por contra, constatara la imposibilidad de acuerdo, de modo que se convocaran automáticamente los comicios.

Sin embargo, la oferta de abstención lanzada por Ciudadanos así como las conversaciones de última hora entre Pedro Sánchez y los líderes del PP, Cs y Podemos han empujado al monarca a examinar la posibilidad de aplazar cualquier decisión hasta que el panorama político se despeje.

Según las fuentes, Felipe VI es partidario de evitar una nueva investidura fallida, como la del mes de julio, y por eso baraja ahora dejar pasar un tiempo para que los responsables políticos puedan ponerse de acuerdo.

No obstante, el plazo límite para tomar una decisión sería este jueves o como mucho el viernes para que diera tiempo a que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, convoque el pleno del Congreso para el fin de semana.

En el caso prácticamente asegurado de que fueran necesarias dos votaciones -primero con mayoría absoluta y después con simple- habría que dejar 48 horas entre ambas, lo que ajusta aún más los plazos.