El líder del PP, Pablo Casado, ha reiterado su negativa a facilitar la investidura del socialista Pedro Sánchez y ha avisado de que, "decida lo que decida" el presidente en funciones, en su partido trabajan para "cualquier posibilidad" y definiendo su estrategia para "volver a liderar el país".

Casado ha asegurado en Ávila, durante su intervención en un acto con el partido regional, que el PP "no quiere elecciones generales", a pesar de que "hay quien dice" que les "puede venir bien" o que "reforzarían" su papel en el tablero del desbloqueo político porque afirma que su partido es "responsable".

"Nuestra responsabilidad será unir en torno al PP a todos aquellos que quieren mantener unida a España", ha dicho, una idea que el Partido Popular lleva remarcando en las últimas semanas y que enmarca en la iniciativa de una coalición bajo la marca España Suma.

Sin embargo, se ha mostrado convencido de que los votantes de "centro y de derecha" se movilizarían en una nueva convocatoria electoral después de ver "cómo la fragmentación partidista -entre el PP, Ciudadanos y Vox- con los mismos votos puso la alfombra roja a que llegara un Gobierno como el del PSOE al poder".

"Si Sánchez nos quiere llevar a elecciones, que todo el mundo sepa que el PP desbloqueará la situación", ha dicho, a pesar de que espera que el socialista "no sea tan irresponsable como para llevarnos de nuevo a las urnas".

"El 'no es no' no es algo personal"

El presidente 'popular' ha explicado que su "no es no" a Sánchez no es por una cuestión personal, sino porque su proyecto "es incompatible" con su partido: "No podemos estar a favor de esa hoja de ruta en la que se equipara un supuesto diálogo superior entre aquellos que quieren romper la igualdad entre españoles".

Durante su intervención, Casado ha hecho varias referencias a la crisis de Cataluña, cuya gestión por parte del Ejecutivo de Sánchez "no ha mejorado", ha dicho.

Porque bajo su punto de vista, el presidente del Gobierno no ha rechazado abiertamente pactar con los partidos independentistas, sino que ha exigido al PP que apoye o facilite una investidura "si no quiere que pacte con nacionalistas".

Algo que Casado ha considerado una "amenaza hipócrita" que, en sus palabras, serviría a Sánchez para "no tener que cerrar un acuerdo que le cueste demasiados ministerios".

Otra de las cuestiones programáticas que dice le impiden permitir un nuevo gobierno socialista es la política migratoria, ya que considera que el PSOE se basa en la "improvisación" para abordar las crisis de este ámbito y que la del Open Arms, en concreto, se ha movido en función del "termómetro de confrontación con Podemos".

Y, por otra parte, la gestión económica e industrial, a la que el Ejecutivo socialista está poniendo "palos en las ruedas" con las subidas de impuestos" y la situación de "incertidumbre" que genera la parálisis política.

Por ello, Casado ha anunciado que en las próximas semanas convocará una Convención Económica para plantear el proyecto a futuro con el que cuenta el PP en este ámbito