A pocas horas de que comience el debate de investidura de Pedro Sánchez, las negociaciones entre PSOE y Podemos transcurren con total discreción, aunque parece que se han estancado, y las ofertas de los negociadores socialistas siguen sin convencer a la formación de Pablo Iglesias.

Podemos ha cuestionado este lunes la verdadera voluntad del PSOE de formar un gobierno de coalición con ellos porque no están dispuestos a ceder ni uno solo de los ministerios que tiene el actual gabinete y ofrecen convertir en carteras algunas "secretarías de Estado", incluido un Ministerio de Infancia.

Por ello, si la situación no se desbloquea, la formación morada no descarta posicionarse con un "no" mañana en la primera votación de la investidura del socialista Pedro Sánchez.

Fuentes de ambos partidos coinciden en resaltar el compromiso de los negociadores por mantener en secreto los términos de las conversaciones, que tienen sobre la mesa los documentos con la oferta programática "para un Gobierno social, feminista, ecologista, europeísta y progresista" aprobados por la Ejecutiva del PSOE y el acuerdo firmado entre los dos partidos sobre los Presupuestos Generales del Estado.

PSOE y Unidas Podemos negocian contra reloj y con discreción

PSOE y Unidas Podemos negocian contra reloj y con discreción

Primera votación: mayoría absoluta

La investidura que arranca este lunes 22 de julio podría tener un desenlace positivo si Pedro Sánchez cuenta con el apoyo de Unidas Podemos, un acuerdo que también daría estabilidad al Gobierno en su gestión de futuro.

La primera votación se realizará el martes 23 de julio después de que todos los grupos parlamentarios hayan realizado su discurso. En esta ocasión, Pedro Sánchez necesitaría mayoría absoluta; es decir, los socialistas cuentan con 123 diputados y precisarían de 176 votos a favor (la suspensión de los cuatro diputados independentistas catalanes no tiene efectos sobre el cómputo de escaños).

Unidas Podemos tienen 42 escaños, el Partido Regionalista de Cantabria (el único que ha asegurado su apoyo) tiene 1, por lo que aún contando con sus votos, faltarían 10 'síes' más.

Sánchez necesitaría el apoyo de otras fuerzas minoritarias en el Congreso para sumar votos, algo que se presenta muy complicado. Si en esta ocasión Sánchez no obtiene la mayoría absoluta, se volverá a repetir la votación 48 horas después, el jueves 25 de julio.

Segunda votación, más 'síes' que 'noes'

El jueves el panorama se presenta más esperanzador para el candidato socialista ya que sólo necesita mayoría simple, es decir, más 'síes' que 'noes' para que la votación tenga éxito.

Para ser investido, Sánchez requerirá del voto positivo o la abstención de diputados de Unidas Podemos (42), ERC (14), PNV (6) o el grupo mixto (18). Han anunciado su voto en contra de la investidura los 66 diputados del PP, los 57 de Ciudadanos y los 24 de Vox.

Antes del debate, el candidato ha mantenido cinco encuentros y varias conversaciones telefónicas con Iglesias, alguna de ellas en las últimas horas; tres reuniones con el líder popular, Pablo Casado, y solo una con el de Ciudadanos, Albert Rivera, quien declinó invitaciones posteriores del presidente del Gobierno en funciones.

¿Qué pasa si no sale adelante la investidura?

Si esta segunda votación también resulta fallida, se pondrá en marcha el calendario para la convocatoria de nuevas elecciones generales. La Carta Magna establece que, si en el plazo de dos meses desde la primera votación ningún candidato consigue ser investido, las Cortes quedarán disueltas y se celebrarán elecciones 54 días después. Así que la fechas tope para que haya presidente del Gobierno sería el 24 de septiembre.

En estos dos meses, Sánchez podría volver a intentar recibir la confianza de la cámara, ya que la Constitución establece que en ese periodo "se tramitarán sucesivas propuestas" de candidatos, igual que lo puede intentar hacer otro líder político, pero tiene que ser el Rey, previa consulta con los grupos políticos, quien lo proponga como candidato.

En caso de que no lo consigan en esos dos meses, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones, que se celebrarían el 10 de noviembre, 47 días después de disueltas las Cortes.

Esto es así porque al inicio de la pasada legislatura los partidos modificaron la ley electoral para introducir una disposición adicional estableciendo que, en los casos de repetición de los comicios por falta de investidura, se acortaran los plazos del procedimiento electoral, bajando de 54 a 47 días.

El bloqueo nos puede llevar de nuevo a la repetición de elecciones

La repetición de elecciones ya se produjo en 2016 cuando, tras la fallida investidura de Sánchez con apoyo de Ciudadanos de principios de marzo, pasaron los dos meses sin que prosperara ninguna candidatura y las Cortes se disolvieron para repetir los comicios el 26 de junio de ese año.

En la XII Legislatura, el Rey propuso a Mariano Rajoy como candidato a la presidencia del Gobierno en dos ocasiones. En la primera de ellas, el candidato no consiguió la confianza del Congreso de los Diputados, sometiendo su candidatura a votación los días 31 de agosto de 2016 y 2 de septiembre de 2016. Sin embargo, en la segunda propuesta, sí obtuvo la confianza de la Cámara el día 29 de octubre de 2016, tras la abstención del PSOE.