No ha habido sorpresas. Adrián Barbón afronta desde este lunes el reto de ser el noveno presidente de la democracia en Asturias. La Junta General del Principado aprobó su nombramiento en minoría y en segunda sesión después de que el candidato socialista (el único que se presentaba a la investidura), no consiguiera el pasado viernes en primera ronda obtener la mayoría absoluta necesaria para poder impulsar su proyecto político.

Barbón deberá ahora gobernar con sus 20 diputados y el apoyo de los dos de Izquierda Unida con los que ha firmado un acuerdo. Pero esta suma no llega a los 23 necesarios para sacar adelante presupuestos y leyes.

Durante su intervención, Barbón agradeció su papel en la investidura al pueblo asturiano y a los grupos políticos. El nuevo presidente llamó al diálogo y la responsabilidad "para hacer una gestión cercana, rigurosa, seria y consciente de lo que nos jugamos en Asturias".

"No soy ni el presidente más joven ni el único que antes fue alcalde pero sí que soy el primero nacido después de la Constitución Española y eso significa que una nueva generación afronta la responsabilidad de gobernar Asturias de una forma mejor", afirmó el nuevo presidente. Barbón se presentó como un presidente "dispuesto a cometer errores".

La búsqueda de acuerdos, por tanto, será su compromiso para afrontar los retos de Asturias teniendo en cuenta la pluralidad del parlamento. El candidato socialista subrayó el pasado viernes durante su discurso de investidura su intención de tender "sinceramente" la mano a PP, Ciudadanos, Podemos, IU y Foro para avanzar en el diálogo, dejando de lado a los dos diputados de Vox al entender que "desdeñan la lucha por la igualdad, abomina del feminismo, ataca la diversidad y cuestiona el Estado autonómico". Aunque en algunos lugares del país son llave, añadió, "los asturianos y asturianas les han situado en la irrelevancia".

Frente a esta formación, Barbón prometió entonces ser "fiel" al mandato de las urnas y hacer del Gobierno de Asturias "un seguro contra la involución" a través de "la igualdad, el ensanche de las libertades, el robustecimiento del Estado del Bienestar y el apoyo a los más vulnerables".

Gobierno "de continuidad y cambio"

"Asturias tiene que aprender de sus errores. Aspiro a liderar desde el gobierno de la continuidad y el cambio", afirmó Barbón haciendo hincapié en los cinco pilares básicos que regirán su futuro gobierno: crear de empleo, impulsar la industria con la ciencia como base, reforzar de los servicios públicos, continuar en la defensa de la igualdad y la diversidad y afrontar el reto demográfico.

En su discurso Barbón llamó a luchar durante los próximos años a favor de una "armonización fiscal" entre comunidades para garantizar el futuro de la financiación autonómica. Respecto al empleo Barbón anunció la creación de dos planes de empleo, uno de ellos dirigido a los jóvenes.

El socialista dejó para el final una invitación al consenso para el asturiano. "La invocación al consenso es, en este caso, aún más necesaria. La oficialidad requiere la reforma del Estatuto, que a su vez exige 27 diputados. Ese es el listón y no hay manera de rebajarlo. Por sí sola, la izquierda no asegura la revisión estatutaria ni, por tanto, la oficialidad. Eso debe saberlo toda la ciudadanía. Invito a las cuatro fuerzas de la derecha que abandonen su encastillamiento", afirmó.