Varios dirigentes políticos y numerosos usuarios de las redes sociales han criticado a los magistrados del Tribunal Supremo que han suspendido cautelarmente la exhumación de Franco porque en su auto consideran al dictador "jefe de Estado desde el 1 de octubre de 1936".

La Sección cuarta de lo Contencioso-Administrativo ha hecho esta referencia en los razonamientos jurídicos de este auto y cuando explica las razones por las que ha suspendido de momento la exhumación que tenía previsto el Ejecutivo para el 10 de junio, a la espera de resolver definitivamente sobre el recurso de la familia del dictador.

En concreto, el texto dice: "El hecho de que fuera jefe de Estado desde el 1 de octubre de 1936 hasta su fallecimiento el 20 de noviembre de 1975 atribuye a toda la controversia unos rasgos especiales que no se pueden ignorar y que permiten atribuir un perjuicio irreversible a la decisión del Consejo de Ministros si ésta, después, fuere considerada contraria a Derecho".

El Supremo legitima así el nombramiento de Franco como jefe de Estado por parte de la Junta de Defensa Nacional el 1 de octubre de 1936, apenas tres meses después del comienzo de la Guerra Civil, a pesar de que el Gobierno republicano conservó su mandato en la zona leal a la República hasta el final de la contienda.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha considerado una "auténtica barbaridad" que la sección cuarta de la Sala III del Tribunal Supremo considere a Franco "jefe de Estado desde el 1 de octubre de 1936"; es una "auténtica barbaridad", según señala en un mensaje en Twitter.

"Quizá la cercanía de uno de los jueces a la Fundación Franco, en algunos de cuyos actos ha participado, explique esto", dice Iglesias en alusión a José Luis Requero, uno de los magistrados de la Sala que ha sido cuestionado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica por su "estrecha relación" con el abogado Santiago Milans del Bosch, colaborador de la Fundación Franco.

"Que el Tribunal Supremo considere que Franco fue el jefe del Estado desde el 1 de octubre de 1936 dice mucho, demasiado, sobre el tipo de altas instancias judiciales que tenemos en este país", dice por su parte el coordinador federal de IU, Alberto Garzón.

"Franquismo institucional que sale por los poros del sistema democrático", añade Garzón.

Al igual que Iglesias y Garzón se han pronunciado otros dirigentes de Unidas Podemos como Pablo Echenique o Victoria Rosell, y ha habido muchas otras voces censurando el escrito, como el socialista Eduardo Madina, ahora retirado de la política, que lo ha considerado "ridículo e insultante". "Qué vergüenza...", apostilla.

También ha criticado el auto desde las redes sociales el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.

En un mensaje en inglés que comienza con un "no puedo creerlo", Puigdemont señala que con esta consideración el Supremo "legitima el golpe de Estado contra el Gobierno legítimo de la República española".

Ha ido un paso más allá el PNV, que ha cuestionado la "legitimidad" del Tribunal Supremo para juzgar por "rebelión" a los políticos independentistas catalanes cuando considera a Franco jefe del Estado "desde el 1 de octubre de 1936" frente a la legitimidad democrática del presidente de la República, Manuel Azaña.

"¿Qué legitimidad tiene este Tribunal Supremo para hablarnos hoy de 'rebelión' y de 'golpe de Estado' si es incapaz de asumir la ilegalidad de una sublevación militar como la del año 36?", ha cuestionado en las redes sociales el responsable de política Institucional de la ejecutiva del PNV, Koldo Mediavilla.