Pedro Sánchez encara a partir de este lunes -ahora sí- la negociación para su investidura, y lo hace con una clara posición de fuerza tras ganar en la triple cita electoral de este domingo.

Pero lo hace también en un momento agridulce, al ver que la izquierda ha perdido la Alcaldía de Madrid o que a pesar de ganar en importantes territorios, el PSOE no los va a gobernar por la suma de sus siempre enemigas las 'tres derechas'.

Solo un mes después de las generales, el PSOE ha ganado claramente esta 'segunda vuelta'.

El PSOE logra revalidar la victoria obtenida en las generales

El PSOE logra revalidar la victoria obtenida en las generales

El PSOE logra revalidar la victoria obtenida en las generales. Agencia Atlas

Ha sido una victoria rotunda sobre todo en las europeas, en la que los socialistas han superado en casi tres millones de votos al PP, e importante también en las municipales y autonómicas, porque el Partido Socialista ha sido la fuerza más votada en el cómputo general.

Pero no ha supuesto el remate que esperaban los socialistas y que habría colocado a Pablo Casado en una situación prácticamente insalvable, porque los populares van a poder gobernar tanto la Comunidad como la Alcaldía de la capital si pactan, como en Andalucía, con Ciudadanos y Vox.

Y si Casado ha salvado los muebles con Madrid, Albert Rivera y Pablo Iglesias han tenido una noche mala que coloca a ambos en una situación muy delicada para estas próximas semanas con tanto que negociar entre ayuntamientos, comunidades y la investidura del propio Sánchez.

Iglesias, que en la noche electoral ni siquiera ha dado la cara para valorar los resultados, tendrá que escuchar ahora numerosos reproches por haber dividido el voto en la capital al "divorciarse" de Manuela Carmena e Íñigo Errejón.

Pero además la debacle de Podemos es general -solo mantiene una gran plaza, Cádiz, con un alcalde que no es 'de los suyos'- y debilita al líder de la formación morada para las conversaciones que tiene que mantener con Pedro Sánchez.

Es muy posible que el jefe del Ejecutivo en funciones tenga en cuenta el fracaso de Iglesias cuando comiencen las negociaciones, y aproveche para insistir en gobernar en solitario, con apoyos puntuales. El líder de Podemos no está en las mismas condiciones que ayer para pedir ministerios.

Tampoco lo tiene fácil Albert Rivera.

El líder de Ciudadanos sacaba pecho el 28 de abril y aspiraba a hacerse con el liderazgo de la oposición tras quedarse a solo 200.000 votos del PP, que estaba en caída libre.

Pero el partido naranja no ha conseguido su soñado sorpasso y solo tocará poder donde sea bisagra o forme parte de alguna coalición que lideren otros.

La cuestión ahora es si Rivera se quiere mantener como muro de contención del socialismo y negocia solo con la derecha y la extrema derecha o cede en territorios en los que han ganado los socialistas donde podría ser llave de Gobierno. Como ocurre en Castilla y León.

Y en contra de lo que parecía cuando comenzó la noche electoral, Pablo Casado sale vivo de la contienda, porque a pesar de perder miles de votos en toda España, muchos de ellos en Madrid, recupera el Ayuntamiento y salva la Comunidad si pacta con Cs y Vox.

Pablo Casado salva su liderazgo en el PP

Pablo Casado salva su liderazgo en el PP

Pablo Casado salva su liderazgo en el PP. Agencia Atlas

Como si hubiese ganado las elecciones, Casado ha salido al balcón de Génova triunfal y replicando a los que le daban por "amortizado" que tiene liderazgo para rato.

Ya vendrán después los análisis por territorios, porque ha perdido mucho y en muchos feudos populares.

El presidente del Gobierno en funciones ha sido el primero de los grandes líderes en comparecer esta noche y lo ha hecho con un mensaje alto y claro al PP y Ciudadanos, el de que se abstengan de pactar con la ultraderecha de Vox.

Los pactos decidirán los gobiernos en varias autonomías

Los pactos decidirán los gobiernos en varias autonomías

Los pactos decidirán los gobiernos en varias autonomías. Agencia Atlas

Pedro Sánchez, que tanto utilizó el riesgo de un pacto a la andaluza para movilizar a la izquierda en su favor, ha pedido a Casado y Rivera que no dejen en manos de la ultraderecha la estabilidad de ciudades y regiones.

Pero también lo ha hecho para recordarles que el que ha ganado es él y pedirles, aunque sea de forma implícita, que no entorpezcan su investidura.

Porque aún le quedan votos -o abstenciones- para hacerla posible. Y a partir de este lunes los tiene que negociar.