Las Cortes se constituyen hoy de nuevo con la incógnita de saber si las nuevas cámaras pondrán fin al último periodo de inestabilidad, que se prolonga desde las elecciones de 2015. El lapso hasta los comicios de 2016 y la falta de mayorías claras con los Gobiernos de Mariano Rajoy y, tras la moción de censura de junio del pasado año, de Pedro Sánchez, han frenado la capacidad legislativa del Congreso y el Senado.

El comienzo de la decimotercera legislatura será histórico por varios hechos: parlamentarios custodiados por la policía, máximo nivel de fragmentación, dos catalanes al frente del Congreso y del Senado... La democracia española se prepara para una nueva prueba de madurez.

Desde 2015, el mundo político español avanza de sobresalto en sobresalto. La XI Legislatura deparó una investidura fallida y terminó a los seis meses.

La XII comenzó con la mayoritaria abstención del PSOE a Mariano Rajoy y propició una moción de censura triunfal a los dos años para Pedro Sánchez, que no pudo resistir un año antes de convocar elecciones.

La XIII empieza ahora con una sesión constitutiva del Congreso y del Senado llena de expectación por varios motivos.

Custodia policial

El Tribunal Supremo ha permitido que cuatro diputados electos en prisión preventiva (Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull) y un senador (Raül Romeva) acudan a los plenos constitutivos del Congreso y del Senado.

Un furgón de la Guardia Civil los trasladará a las Cámaras a primera hora de la mañana, y una vez en su interior, el operativo policial de ambas los custodiará hasta que comience el pleno a las 10.00 horas.

Los agentes estarán con ellos permanentemente, pero no en el hemiciclo, a donde no puede acceder la Policía. Dentro, los electos catalanes podrán hablar con quien deseen y puedan porque fuera lo tendrán prohibido, al igual que atender a la prensa.

En cuanto acabe la sesión, que puede durar varias horas, la Policía les llevará hasta el furgón, y el furgón les conducirá de vuelta a la prisión.

2. Quien llegue primero, que pille sitio

Las primeras sesiones de las Cortes tienen un punto caótico porque no hay escaños asignados a los 350 diputados y a los 208 senadores electos, de modo que deberán sentarse donde haya hueco. Conviene, pues, ir pronto.

Antaño la premura por entrar en el hemiciclo no era tanta, cosas del bipartidismo. Pero los tiempos han cambiado, y en el Congreso habrá cinco partidos con más de 20 escaños: PSOE (123), PP (66), Cs (57), Unidas Podemos (42) y Vox (24).

La sesión constitutiva genera curiosidad porque puede regalar anécdotas como ver a electos de Vox sentados al lado de electos de Bildu, o que representantes de Ciudadanos penetren en los confines tradicionales del PP.

Son anécdotas, sí, pues la Mesa se encargará días después de delimitar las bancadas.

El viernes pasado ya se vivió una al coincidir Pablo Iglesias y Santiago Abascal en un ascensor, pero no hay que asustarse: reinó la cordialidad.

3. La Mesa de edad

La autoridad que dará inicio a la legislatura en el Congreso no será Meritxell Batet, la diputada que ha propuesto Pedro Sánchez para presidirlo. Ni en el Senado lo será el también catalán Manuel Cruz.

En la Cámara Alta la sesión la comenzará el primer electo que entregó su credencial, el madrileño Jesús Fermosel, quien luego dará el relevo a la Mesa de edad.

En la Cámara Baja la primera fase de la sesión sí la protagonizará dicha Mesa, llamada de esa manera porque reúne al diputado o senador más veterano con los más jóvenes, que ejercerán de secretarios (dos en el Congreso, cuatro en el Senado).

A la espera de que se complete mañana la lista de 350 electos en entregar la credencial, parece que el número dos del PSOE por Burgos, Agustín Zamarrón, médico jubilado de 73 años, presidirá el martes la Mesa de edad del Congreso.

Él será quien coordine las votaciones para la configuración de la Mesa, y cuando termine, dejará el asiento a Batet.

La distribución de las Mesas

Nueve puestos forman la del Congreso y siete la del Senado y, salvo sorpresas, los partidos ya se los han repartido.

Mesa de la Cámara Baja: tres representantes, Batet incluida, tendrá el PSOE y dos Unidas Podemos; los cuatro que faltan se los repartirán PP y Cs, dos cada formación.

En el Senado la secuencia es tres PSOE, tres PP y uno PNV.

Para que la asignación de puestos se cumpla, los partidos han tenido que asegurarse ya de que el número de papeletas con cada nombre se ajuste a lo acordado.

Por ejemplo, la propuesta de Podemos para la vicepresidencia primera, Gloria Elizo, no puede tener menos papeletas que la del PSOE con Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, por lo que una cuota de la bancada socialista deberá votar a Elizo.

Tanto en el Congreso como en el Senado el sistema es el siguiente: en una urna, los diputados y los senadores, según les vayan llamando los secretarios de la Mesa de Edad, depositan una papeleta con un nombre.

Irán una vez para elegir la Presidencia, y si no se registra mayoría absoluta, irán una segunda vez para elegir entre las dos candidaturas más respaldadas; aquí basta la mayoría simple.

A continuación, van otra vez para elegir las vicepresidencias. Los cuatro con más números de papeletas, de mayor a menor, las ocuparán en ese mismo orden. Igual sucede con las secretarías.

Acatar la Constitución

Batet y Cruz, dos representantes del PSC, tendrán que revisar que cada parlamentario acata la Constitución para que se le asignen los derechos y prerrogativas del cargo.

Se levantarán y gritarán. No hace mucho se decía "juro" o "prometo", sin más, pero las fórmulas se han diversificado.

Vox, por ejemplo, empleó en Valencia hace pocos días un "Por Dios y por España". También hubo alusiones al feminismo.

Acto seguido, Batet y Cruz darán sendos discursos.

La legislatura habrá comenzado.