"Qué remedio". Estas han sido las palabras del presidente del Gobierno y candidato del PSOE a las elecciones generales, Pedro Sánchez, en relación a su participación en los dos debates electorales en televisión.

El presidente de Gobierno ha dado esta respuesta con un encogimiento de hombros y una media sonrisa a preguntas de los medios de comunicación durante un breve paseo que ha hecho a primera hora por la calle Portales, en pleno Casco Histórico de la capital riojana, momentos antes de mantener un desayuno con los candidatos socialistas por La Rioja.

La pregunta, lanzada al aire, ya que Sánchez no ha parado en su paseo, le ha planteado, en tono coloquial, si dos debates son mejor que uno, a lo que el presidente ha respondido encogiéndose de hombros levemente, "qué remedio".

Acto seguido, junto con los candidatos riojanos, ha entrado en una cafetería de la zona, donde en estos momentos se encuentran aún reunidos, antes de dirigirse a sus siguientes citas electorales, en el vecino pueblo navarro de Viana, San Sebastián y Santander.

Sánchez irá a los debates con "guante blanco"

Por otra parte, Sánchez se ha comprometido este viernes a participar en los dos debates electorales previstos "con guante blanco" y ha pedido a los líderes de PP y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, que se abstengan de "insultar".

En un mitin ante más de 700 personas en San Sebastián, ha llegado a bromear señalando que le parece bien que las cadenas que emitirán los debates, TVE el día 22, y Antena 3 y La Sexta el 23, los hayan programado "fuera del horario infantil" teniendo en cuenta las cosas que PP y Ciudadanos dicen del presidente.

Esta es la primera vez en toda la campaña que Sánchez se refiere a los debates electorales en un mitin. Lo hace horas después de comunicar la decisión por la que cede y acepta participar no sólo en el debate de RTVE sino también en el organizado por el grupo privado Atresmedia.

La rectificación de Sánchez llega tras las críticas recibidas desde el resto de partidos pero también de los trabajadores del ente público, que veían cuestionada su independencia tras la sorpresiva decisión de la administradora única de RTVE, Rosa María Mateo, de mover la fecha del debate del 22 al 23, contraprogramando a Atresmedia y plegándose así a los intereses del PSOE.