El exvicepresidente del Govern Oriol Junqueras ha defendido su apuesta por una solución "multilateral", dialogada y no violenta para la independencia, en una declaración política en que ha eludido dar explicaciones de la DUI y otros momentos clave del "procés", al renunciar a responder a la Fiscalía.

Arropado por la plana mayor de ERC, que hoy ha acudido al Supremo a seguir el interrogatorio del presidente del partido ante el Tribunal Supremo por el juicio del procés, Junqueras ha prestado declaración durante cerca de hora y media, en castellano, respondiendo solo a las preguntas de su abogado, Andreu Van Den Eynde.

Con unas elecciones generales en puertas tras el fracaso de ayer en la aprobación de los presupuestos del Estado, Junqueras ha desplegado un discurso con un alto contenido político, en el que ha asegurado que su formación seguirá intentado, incluso con sus dirigentes en la cárcel, que Cataluña ejerza su derecho a la autodeterminación y ha alardeado de haber aceptado el riesgo de ir a prisión en defensa de sus ideas.

Tras 469 días sin altavoz político, por su estancia en prisión, el líder de ERC ha optado hoy por evitar el cuerpo a cuerpo con el ministerio público y ceñirse a un interrogatorio pactado con su abogado, en un juicio en el que su entorno considera que contestar a todas las partes poco habría aportado a su defensa.

La estrategia de Junqueras le ha evitado responder sobre algunos de los principales momentos claves de la unilateralidad: no se ha pronunciado ni sobre la ley de transitoriedad para la desconexión con el orden jurídico español ni la declaración de independencia (DUI) que el Parlament aprobó el 27-O, en aplicación de los resultados del 1-O, lo que motivó la activación del artículo 155 y dio alas a la querella de la Fiscalía por rebelión.

De hecho, ha señalado que tras la consulta del 1-O, con un "abrumador" respaldo a la independencia, el gobierno catalán siguió apostando por la "mediación" y la negociación para encontrar una salida política al conflicto catalán.

En ese sentido, en la línea de la declaración que prestó en su día ante el magistrado del Supremo Pablo Llarena, Junqueras -que en 2017 concurrió a las elecciones en la lista de JxCat, que reivindicaba la vía unilateral a la independencia- ha aseverado que él siempre ha apostado por la "multilateralidad" para resolver la crisis de Cataluña, en un entorno comunitario con estados endeudados y dependientes del Banco Central Europeo.

Hasta en nueve ocasiones, Junqueras ha utilizado la expresión "nunca" para negar de forma tajante que el gobierno catalán fomentara que los ciudadanos se enfrentaran a las fuerzas del orden durante la jornada del referéndum del 1 de octubre, al tiempo que ha defendido que "votar no es delito".

Junqueras se ha desmarcado en su declaración del documento Enfocats -intervenido por la Guardia Civil a su ex número dos Josep Maria Jové y que supuestamente diseñaba la hoja de ruta unilateral a la independencia- y ha asegurado que nunca supo de su existencia, como tampoco del "comité estratégico" que según la Fiscalía pilotó el "procés".

El dirigente de ERC se ha presentado ante el Tribunal como un "preso político" y ha hecho varias referencias a su estancia en la cárcel, como cuando ha apuntado que es un placer para él hablar en castellano en la sala de vistas, tras "un año y medio de silencio forzado".

Asimismo, ha reivindicado que su formación ha perseguido la independencia por medios "exclusivamente pacíficos", desde hace décadas, y que sus integrantes no buscan ser "enemigos de nadie". "Yo amo a España. Amo a la gente y a la cultura española. Lo he dicho mil veces porque es verdad", ha confesado.

El presidente de ERC ha lamentado que nunca se haya ofrecido diálogo al independentismo, pese a ser una opción "mayoritaria" en Cataluña, y ha advertido de que el conflicto catalán "no se resuelve poniendo a la gente en la cárcel", aunque habrá "quien quiera".

Pese a representar una "propuesta mayoritaria pacífica y reiterada en el tiempo", ha razonado Junqueras, la respuesta a las movilizaciones del independentismo "es siempre la misma, se niega el diálogo. Siempre está vacía la silla de enfrente", se ha quejado.