Casi la mitad de las 296 casas afectadas por la riada de la zona del Levante de Mallorca el pasado martes han perdido todos los enseres, "hasta la última silla", ha manifestado hoy la consellera de Servicios Sociales y Cooperación, Fina Santiago, en los pasillos del Parlament balear.

Estas viviendas se encuentran en Sant Llorenç des Cardassar, Son Servera y Artà, los tres municipios afectados por la tromba de agua que cayó hace una semana y que causó la muerte a doce personas además de la desaparición de un niño de 5 años.

El Boletín Oficial de las Islas Baleares publica hoy ayudas de 5.500 euros de esta Conselleria para los casos de pérdida total, y de hasta 4.000 euros si las pérdidas son parciales. En total, la Conselleria prevé conceder subvenciones por este concepto por un montante de 1,3 millones de euros.

Las ayudas han sido aprobadas después de que un equipo de 34 trabajadores sociales realizaran durante el pasado fin de semana una valoración de las necesidades de las familias afectadas de Sant Llorenç, Son Carrió, Colonia de Sant Pere, S''Illot y Canyamel.

La consellera ha agradecido el trabajo realizado por estos trabajadores sociales.

Estas primeras ayudas públicas no son incompatibles con las que los gobiernos balear y estatal irán aprobando, o de seguros privados, y su objetivo es cubrir "necesidades básicas", como sillas, neveras, lavadoras, mesas para comer, camas o calefactores.

"Para nosotros sería un éxito que el pago de estas ayudas sea efectivo lo antes posible, queremos pagarlo rápidamente", ha añadido. Esta ayuda inicial es "muy novedosa", ha subrayado la consellera.

Con 5.500 euros no se atienden todas las necesidades de una casa, pero sí las más "perentorias" para poder vivir, ha destacado Santiago, que también ha querido agradecer el trabajo que están realizando los funcionarios de la Conselleria de Hacienda para agilizar estos pagos.