Toda una marea negra, de duelo y rabia, recorre Irán en su despedida a Qasem Soleimani. Cientos de miles de miles de gargantas claman venganza contra Estados Unidos al paso de la caravana fúnebre por distintas ciudades del país en su camino a la capital Teherán. El general muerto en el vecino Irak en una operación del Pentágono vuelve así a casa, donde lo han recibido como un mártir.