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El Día
Ver galería >La Laguna dio ayer un salto hacia la denominada nueva normalidad. No fue un paso tímido, como cuando el pasado lunes abrieron unos pocos comercios y otros muchos optaron por esperar un mejor momento, sino mayor. Calles con muchos transeúntes, los bares con sus mesas en el exterior, la Catedral abierta, negocios de distinto tipo con la reja subida... Algo así como lo que ocurrió cuando se autorizaron los paseos y la práctica deportiva, que aquel sábado el cambio fue más que palpable.
María Pisaca
La Laguna dio ayer un salto hacia la denominada nueva normalidad. No fue un paso tímido, como cuando el pasado lunes abrieron unos pocos comercios y otros muchos optaron por esperar un mejor momento, sino mayor. Calles con muchos transeúntes, los bares con sus mesas en el exterior, la Catedral abierta, negocios de distinto tipo con la reja subida... Algo así como lo que ocurrió cuando se autorizaron los paseos y la práctica deportiva, que aquel sábado el cambio fue más que palpable.
María Pisaca
La Laguna dio ayer un salto hacia la denominada nueva normalidad. No fue un paso tímido, como cuando el pasado lunes abrieron unos pocos comercios y otros muchos optaron por esperar un mejor momento, sino mayor. Calles con muchos transeúntes, los bares con sus mesas en el exterior, la Catedral abierta, negocios de distinto tipo con la reja subida... Algo así como lo que ocurrió cuando se autorizaron los paseos y la práctica deportiva, que aquel sábado el cambio fue más que palpable.
María Pisaca
La Laguna dio ayer un salto hacia la denominada nueva normalidad. No fue un paso tímido, como cuando el pasado lunes abrieron unos pocos comercios y otros muchos optaron por esperar un mejor momento, sino mayor. Calles con muchos transeúntes, los bares con sus mesas en el exterior, la Catedral abierta, negocios de distinto tipo con la reja subida... Algo así como lo que ocurrió cuando se autorizaron los paseos y la práctica deportiva, que aquel sábado el cambio fue más que palpable.
María Pisaca
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María Pisaca
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María Pisaca
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María Pisaca
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María Pisaca
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María Pisaca
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La Laguna dio ayer un salto hacia la denominada nueva normalidad. No fue un paso tímido, como cuando el pasado lunes abrieron unos pocos comercios y otros muchos optaron por esperar un mejor momento, sino mayor. Calles con muchos transeúntes, los bares con sus mesas en el exterior, la Catedral abierta, negocios de distinto tipo con la reja subida... Algo así como lo que ocurrió cuando se autorizaron los paseos y la práctica deportiva, que aquel sábado el cambio fue más que palpable.
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La Laguna dio ayer un salto hacia la denominada nueva normalidad. No fue un paso tímido, como cuando el pasado lunes abrieron unos pocos comercios y otros muchos optaron por esperar un mejor momento, sino mayor. Calles con muchos transeúntes, los bares con sus mesas en el exterior, la Catedral abierta, negocios de distinto tipo con la reja subida... Algo así como lo que ocurrió cuando se autorizaron los paseos y la práctica deportiva, que aquel sábado el cambio fue más que palpable.
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