Rodeado de toda una gama Q de marcada identidad, el Q2 es uno de los Audi más peculiares. Se podría considerar que se ha quedado rezagado en ese acelerón que han dado sus hermanos capitaneados por el Q8, pero lo cierto es que es ahí, en su singularidad, donde radica su encanto. En Ingolstadt parecen estar al tanto de ello, porque en su primera revisión que ya está pululando por nuestras carreteras han cargado las tintas en lo tecnológico más que en el diseño.

Un ojo experto sí es capaz de detectar algunas diferencias. Los faros, por ejemplo, se dividen en tres secciones con las luces diurnas en la superior y la inferior. Estas ópticas se encastran en unos paragolpes con unos pliegues más marcados y unos bajos con unas tomas de aire rediseñadas que se hacen muy patentes en versiones como ésta Edition One con paquete S-line.

Si hay algo que sigue de rabiosa actualidad en el Q2 es su perfil. Las líneas de carácter, los pasos de rueda y las taloneras a juego en esta versión con el marco de la parrilla y las tomas de aire y, muy especialmente, el blade que cubre el pilar C con los cuatro aros son elementos inconfundibles de este coche. Acierto total el vinilo decorativo con el emblema Q2 que resalta las líneas dinámicas de los bajos en forma de álabe y las llantas de 19’’ Audi Sport de esta unidad.

Habrá quien opine que la parte trasera se ha quedado desfasada, pero, el hecho de que algo vaya pegado a la última tendencia no lo hace mejor. Bastan un par de retoques –de nuevo– en el paragolpes y las ópticas para que el Q2 se mantenga firme en su papel de crossover urbano premium y ‘cool’.

Transferencia de tecnología

Volvamos a su mirada. ¿Ven algo distinto? Son los faros Matrix LED opcionales que, básicamente, proporcionan una altísima precisión de iluminación en cualquier situación. Los diodos que componen cada faro se activan, atenuan o desactivan de acuerdo con la información que recibe de la unidad de control y que, a su vez, se sirve de sensores y cámaras como la frontal. ¿Ventajas más allá del diseño distintivo que aporta al frontal? Muchísimas, pero la principal es la seguridad que aporta adaptando continuamente el haz de luz de las largas conduciendo en carreteras poco iluminadas. Este dispositivo trae de la mano los intermitentes dinámicos y los pilotos traseros led que, al abrir o cerrar el coche reproducen una secuencia lumínica. La posibilidad de equipar los faros Matrix LED es una de esas incorporaciones técnicas que trae consigo el Q2 ‘1.2’.

Hay también transferencia tecnológica desde segmentos más nobles en cuanto a asistentes. Es el caso del asistente lateral con aviso de cambio de carril, el control de crucero adaptativo que funciona a cualquier velocidad y se ayuda del reconocimiento de señales de tráfico. Con ello y con el asistente de mantenimiento de carril, el Q2 es capaz de circular de forma semiautónoma controlando dirección, acelerador y frenos. Eso sí, las manos siempre han de permanecer en el volante.

Nuevos límites a la personalización

El interior abre campo a la individualización mediante una serie de paquetes. El más vistoso es el que bucea en la deportividad con unos asientos de contornos más marcados y que son de serie en la línea interior S line. Estos asientos pueden combinar cuero y una microfibra de tacto similar a la alcántara y que se realiza con un poliéster reciclado de botellas de polietileno. Además de los umbrales de las puertas delanteras retroiluminados, lo más llamativo es la iluminación ambiental que da volumen a superficies como el salpicadero o la consola central. Hay hasta diez tonos a elegir.

De nuevo, la tecnología salpica el interior, y no sólo mediante luz. El Audi Virtual Cockpit de 12,3’’ (en las versiones más avanzadas) hace pequeña la pantalla del equipo de infoentretenimiento de hasta 8,3’’. El MMI Navigation Plus es el más sofisticado y entre sus funcionalidades está el control por voz que, como en otros modelos del grupo, obedece a comandos formulados con un lenguaje corriente. Al resto de funciones se accede mediante el mando giratorio MMI. De nuevo, el Q2 mantiene el diseño interior, incluyendo la posición de esa pantalla y los característicos difusores de aire en forma de turbina.

Refinamiento y eficiencia

En Canarias, las dos mecánicas del Q2 son TFSI, es decir, motores de inyección directa de gasolina turbo. Hemos probado el archiconocido 1.5 TFSI de 150 CV que hemos venido disfrutando en multitud de modelos del grupo a los que nos hemos subido en los últimos meses. Lo más destacable de este propulsor es que la adopción de medidas como la inyección dual de Adblue para la reducción de NOx y del doble catalizador no afectan a su finura y progresividad, dos virtudes que saltan más a la vista si se compara con el 1.0 TFSI de 110 CV. Dentro de esa misma estrategia de poner coto a las emisiones y, también, a los consumos, este motor dispone de la gestión activa de cilindros que en condiciones de baja demanda de par, desactiva el segundo y tercer cilindro. La unidad a la que nos subimos empleaba el cambio automático de doble embrague con siete velocidades que Audi denomina S tronic.