Un buen estado de los discos y las pastillas de freno es, por razones obvias, fundamental para circular por la carretera con la máxima seguridad. Sin embargo, gran parte de los conductores descuida el mantenimiento del sistema de frenada del vehículo, muchas veces por no saber cuándo tienen que revisar y cambiar los discos y las pastillas.

A lo largo de su vida útil, los discos y las pastillas de freno sufren desgaste, por lo que es muy importante revisarlos periódicamente y reemplazarlos por unos nuevos cuando sea necesario. Por lo que respecta a los discos de freno, están fabricados generalmente de hierro y como su propio nombre indica, son unos discos que giran a la par que la rueda y que reducen la velocidad del coche cuando el conductor pisa el pedal de freno.

Los fabricantes de automóviles recomiendan revisar el sistema de frenada al menos dos veces al año si el coche se utiliza habitualmente, es decir, si se realizan aproximadamente 20.000 kilómetros al año o menos. No obstante, si se realizan muchos kilómetros o se practica una conducción más deportiva, es aconsejable revisarlos más a menudo.

Respecto a cuándo debemos cambiarlos, depende mucho del tipo de uso y conducción que le demos al vehículo, aunque generalmente, se recomienda hacerlo por cada dos cambios de pastillas. Cambiar los discos de freno nos puede costar entre 200 y 360 euros, según el modelo de coche que tengamos.

También podemos saber si los discos están para cambiar comprobando su estado de forma visual o si notamos al frenar una vibración en el pedal y en el volante. Si retrasamos el cambio de los discos pondremos en peligro nuestra seguridad y la del resto de usuarios de la vía, ya que si un disco se rompe nos quedaremos sin frenos.

Por otro lado, las pastillas de freno son unas piezas que van acopladas dentro de las pinzas de freno y que al pisar el pedal de freno friccionan contra los discos y reducen la velocidad del coche. El cambio de las pastillas de freno también depende del uso que le demos al coche y de nuestra forma de conducir, aunque generalmente, se suelen cambiar las delanteras cada 60.000 kilómetros y las traseras cada 120.000 kilómetros. No obstante, los talleres recomiendan reemplazarlas por unas nuevas cuando les queda menos de un 30% de grosor.

En caso de que se encienda el testigo de avería de desgaste de pastillas en el coche, debemos cambiarlas de inmediato. Además, escuchar un chirrido desagradable al frenar es otra señal que nos indica que las pastillas de freno están desgastadas. El cambio de las pastillas supone un coste de entre 100 y 230 euros, en función del coche que tengamos.