Uno de los peores enemigos de nuestro coche es el sol. Sus rayos van desgastándolo poco a poco haciendo que parezca mucho más viejo de lo que en realidad es, y dañando elementos básicos para la conducción. En este breve reportaje te ofrecemos seis trucos para proteger tu coche del sol. Pero primero veamos cómo perjudica el sol al coche.

En primer lugar desgasta terriblemente la pintura, haciendo que pierda su brillo e incluso su coloración. Si de forma sistemática dejamos el coche al sol, y más en verano, la pintura dejará de lucir brillante y además perderá su tinte original. Es decir , que si tenemos un coche negro al final será una especie de agrisado mate, haciendo que el coche parezca mucho más viejo de lo que es.

El sol también hace que los faros se vuelvan opacos y pierdan su brillo. Esto no sólo hace que el coche luzca más feo y viejo de forma prematura, sino que además afecta a la visión y por tanto a la seguridad. Lo mismo sucede con los pilotos traseros, que pasan de ser rojos a casi naranjas, perdiendo efectividad y por tanto haciendo que los demás usuarios tengan más dificultados para vernos por la noche. De igual modo en los pilotos y faros pueden aparecer grietas por secarse demasiado al sol, haciendo que se cuele agua en su interior.

Algo parecido que con los faros sucede con las gomas del coche. El sol las seca y deja rígidas perdiendo su efectividad, y permitiendo que el agua se cuele tanto en el habitáculo como en elementos que en principio deberían ser estancos.

Pero el sol no sólo afecta al exterior del vehículo sino que elementos del interior como el salpicadero, el volante o la tapicería pueden sufrir un desgaste prematuro si están constantemente expuestos al calor.

Seis Consejos para proteger el coche del sol

Para que todo esto no le suceda a nuestro coche te ofrecemos seis sencillos trucos para proteger a tu coche del sol: