España se ha situado en la octava posición de la Unión Europea (UE) por número de puntos de carga de vehículos eléctricos, con 10.480 cargadores a cierre de 2021, lo que supone un 3,4% del total de la infraestructura de recarga europea, según un informe de la Asociación Europea de Fabricantes (ACEA).

La mitad de los puntos de recarga para vehículos eléctricos de la UE están concentrados en dos países: Países Bajos, con 90.284 cargadores, un 29,4% del total de puntos de recarga de la UE, y Alemania, con 59.410 cargadores y un 19,4% del total.

Países Bajos y Alemania representan menos del 10% de toda la superficie de la Unión Europea, lo que supone que la otra mitad de los cargadores están repartidos por los 25 países restantes, que cubren el 90% de la superficie de la región.

España se queda rezagada también ante Francia, que se situó en cuarta posición en cuanto a infraestructura de recarga, con un total de 37.128 cargadores (12,1% del total) e Italia, que se colocó en la sexta plaza, con 23.543 puntos de recarga (7,7% del total).

De la misma forma, el número de puntos de recarga en la UE se ha disparado (+180%) en los últimos cinco años, aunque ACEA apunta que la cifra total de 306.864 cargadores está "muy por debajo de lo necesario".

Concretamente, se necesitarían hasta 6,8 millones de puntos de recarga públicos para 2030 a fin de alcanzar la propuesta de reducción del 55% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los automóviles, lo que significa un crecimiento de más de 22 veces en menos de diez años.

Pocos y de baja potencia

Los datos de ACEA contrastan con los de Anfac, la patronal española, que cifraba en 14.244 los cargadores públicos en España. Pese al incremento, los datos de Anfac revelan una realidad incómoda, la de un territorio en el que solo el 36% de los cargadores, según un estudio de la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes) y el Observatorio de Sostenibilidad, están en el territorio rural o en las carreteras principales, esas en las que, precisamente, deberían haber más cargadores públicos para posibilitar los viajes largos.

De un país en el que los cargadores de menos de 22 kW de potencia, en los que los coches más habituales necesitan más de tres horas para cargarse, representan el 85% de la red; en el que, según el estudio, solo el 2% de los conectores supera o iguala los 150 kW, la mayoría han sido instalados por empresas privadas o por los fabricantes de coches, que impulsan el 88% de los proyectos de carga rápidos de más de 250 kW de potencia.

Casi el 70% de los cargadores públicos de España están en las grandes y medianas áreas urbanas, dejando las poblaciones pequeñas y de interior poco abastecidas. Además, los pocos enchufes que se encuentran en las zonas rurales son lentos. Según el informe de Ecodes, en Galicia, Cantabria, La Rioja y Navarra no hay ni un solo cargador rápido, comunidades a las que se suman las provincias de Castellón, Guadalajara, Gipúzcoa, Huesca, Jaén, Palencia, Segovia, Soria y Teruel. En conclusión, mientras en las ciudades hay un cargador cada cuatro kilómetros, en las áreas rurales hay uno cada 349 kilómetros, una cifra superior a la autonomía de muchos de los eléctricos vendidos hoy en día.