El Twingo, aquel coche amable y simpático que en 1992 dio un toque de color a las ciudades de medio mundo se ha hecho mayor. Camino de los treinta, con tres generaciones a sus espaldas y alrededor de cuatro millones de unidades vendidas, su madurez le ha hecho tomar conciencia de su responsabilidad medioambiental y se ha sumado a las filas de la electromovilidad. Algo que llevando un rombo en su calandra implica adoptar las siglas ZE. Estamos ante el Renault Twingo ZE.

Como marca, la electrificación del Twingo era un paso más que lógico para Renault. Con todos los grupos automovilísticos volcados en este proceso, el fabricante francés ha recurrido a un coche cuyo ámbito natural es el urbano y en el que este sistema de propulsión le va que ni pintado. No en vano, su plataforma, la misma del Smart Fortfour, ya estaba preparada para este paso.

Gracias a esa predisposición, la batería de 22 kWh de iones de litio ocupa un espacio que no interfiere ni en la habitabilidad del interior ni en el volumen del maletero (240 litros). Se aprovecha del bagaje que Renault ha adquirido en este ámbito con el ZOE al proporcionarle un cargador Caméléon poder recargarse en todo tipo de tomas de corriente alterna hasta 22 kW, potencia con el que puede obtener 80 km de autonomía en media hora. Sí es novedad el hecho de que la gestión térmica se lleve a cabo en el Twingo mediante refrigeración líquida.

El propulsor es el mismo del ZOE y pone a su servicio 82 CV y 160 Nm de par. Esta fuerza se traduce en una aceleración de 0 a 50 km/h en cuatro segundos y una velocidad máxima para cualquier trayecto interurbano de hasta 135 km/h. En un uso urbano y en ciclo WLTP, su autonomía es de 250 km según datos oficiales; en uno completo este radio se reduce a 180 km.

Para maximizar la eficiencia, hay un modo Eco activable a través de la consola central que limita la velocidad máxima y la capacidad de aceleración para ampliar la autonomía en trayectos mixtos (urbano y carretera) hasta alrededor de los 215 km. Un modo 'B' que permite jugar con tres niveles de frenado regenerativa; el más acusado permite, como otros modelos de su especie, una conducción mediante un solo pedal, ya que se reduce al máximo el uso del freno convencional.

La transición eléctrica también es de lo más tranquila en el interior. El emblema ZE y el cuadro de mandos específico son las únicas diferencias -amén de los packs de personalización- y el sistema de infoentretenimiento descansa igualmente en la pantalla táctil Easy Link de siete pulgadas, aunque ésta integra una serie de funciones exclusivas para un coche eléctrico.

Entre estos servicios está la posibilidad de programar la recarga aprovechando las horas valle. Además, mediante el navegador, el sistema es capaz de mostrar en la pantalla el radio de acción del Twingo ZE con el nivel de carga del que dispone en tiempo real. También aporta información de las estaciones de recarga más próximas. Incluso la función EV Route Planner permite simular un viaje teniendo en cuenta los bornes de carga que son necesarios emplear para poder acometer esa distancia.