La marca automovilística Audi está llevando a cabo un estudio comparativo de dos exoesqueletos en la línea de montaje de su factoría de Ingolstadt (Alemania), por lo que alrededor de 60 empleados utilizarán estas dos estructuras durante un periodo de varias semanas en distintas estaciones de trabajo.

Tal como ha informado la compañía en un comunicado, dichos exoesqueletos están diseñados para que las articulaciones y la musculatura de los empleados que trabajan en las líneas de montaje estén "más protegidas y sufran una menor fatiga".

"Muchos pasos del proceso de producción implican trabajos que son inevitables. Cuando se han agotado las medidas técnicas y organizativas para conseguir una óptima ergonomía, los exoesqueletos ofrecen un valioso apoyo", ha subrayado Audi.

Por ello, está probando dos de estas ayudas, el Paexo de Ottobock y el Skelex 360 de Skelex. Los ensayos están teniendo lugar en los talleres de pintura, ensamblaje y fabricación de herramientas en la planta de Ingolstadt.

"Nuestros empleados son nuestro activo más importante. Al reducir constantemente la carga en las estaciones de trabajo, podemos mejorar su salud y bienestar. Las nuevas tecnologías como los exoesqueletos, con los que conseguimos que la producción cada vez sea más progresiva, también contribuyen a ello", ha apostillado el director de Producción y Logística de Audi, Peter Këssler.

Tanto el Paexo como el Skelex 360 se usan acoplados en los hombros como si se tratase de una mochila y se aseguran en su posición con un cinturón alrededor de las caderas. Los escudos de los brazos los sostienen cuando el usuario trabaja por encima de su cuerpo.

De esta manera, absorben parte del peso del propio brazo y lo redirigen a las caderas a través de estructuras de soporte, lo que reduce la carga sobre los hombros.