General Motors invertirá 1.500 millones de dólares (1.350 millones de euros) en la nueva generación de 'pick-ups' en su planta de Wentzville, en el Estado de Misuri, que retendrá hasta 4.000 puestos de trabajo industriales.

En concreto, destinará 1.000 millones de dólares (900 millones de euros) en actualizar las instalaciones de la fábrica para prepararla para la producción de este tipo de vehículos, cuyos detalles todavía no han sido difundidos por la compañía.

"Esto es parte de nuestra estrategia para invertir en áreas de crecimiento y fortalecer nuestra base de fabricación en los Estados Unidos; GM vende más camionetas que cualquier otro fabricante de automóviles y tenemos planes agresivos ara aprovechar nuestras fortalezas", dijo el presidente de General Motors, Mark Reuss.

Desde la reintroducción de Chevrolet Colorado y GMC Canyon en 2013, la compañía ha vendido más de 700.000 unidades en Estados Unidos, que han ayudado a consolidar a GM en el sector de 'pick-ups' en la industria estadounidense durante cuatro años consecutivos.

La planta de ensamblaje de GM en Wentzville, que se inauguró en 1983 y opera en tres turnos de producción con unos 4.000 empleados por hora y 330 asalariados, produce los modelos Chevrolet Colorado y GMC Canyon, así como los 'pick-ups' Chevrolet Express y GMC Savana de tamaño completo.