El fabricante automovilístico japonés Nissan Motor anunció los nombramientos pactados con Renault para su nueva estructura de dirección, lo que aparca las tensiones entre ambas firmas y despeja la vía para la reforma corporativa de la nipona.

Tras una serie de roces que sembraron dudas sobre la solidez de la alianza, ambos socios han logrado alcanzar un acuerdo para la designación de los nuevos comités corporativos de Nissan, cuya composición deberá ser aprobada en la junta general de accionistas de la empresa el próximo martes.

El presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, y el consejero delegado de la empresa, Thierry Bolloré, formarán parte de dos de los tres comités que integrarán la nueva estructura corporativa propuesta por Nissan, según anunció hoy en un comunicado la compañía con sede en Yokohama (sur de Tokio).

Esta reforma corporativa está dirigida a mejorar la gestión de Nissan tras la caída en desgracia del expresidente Carlos Ghosn, con un modelo corporativo dotado de contrapesos para asegurar una dirección más fuerte y transparente.

El fabricante nipón ha accedido a incluir tanto a Senard como a Bolloré dentro de estos órganos, tal y como reclamaba Renault, después de que el fabricante francés amenazara con bloquearla al considerar que no tenía representación suficiente dentro de la nueva estructura.

La abstención de Renault, propietario del 43,4 % de las participaciones de Nissan, supondría que ese cambio no recibiría los dos tercios de los apoyos necesarios en la junta general de accionistas.

El nuevo esquema fue recomendado por una comisión independiente que recibió el encargo de revisar a fondo las estructuras de poder, en medio de las quejas de los directivos nipones sobre la concentración de poder que tenía Ghosn cuando estaba al frente de Nissan.

El modelo sugerido propone crear tres comisiones que supervisen los nombramientos corporativos, las compensaciones de sus directivos y las auditorías internas, para evitar cierto descontrol interno que fue atribuido a la gestión de Ghosn.

En la víspera, Renault expresó su "satisfacción por la decisión de Nissan de otorgar a los dos representantes de Renault un puesto en los comités del Consejo" de la firma nipona, y afirmó que el acuerdo alcanzado entre ambas "confirma el espíritu de diálogo y de respeto mutuo que existe en el seno de la alianza".

Las diferencias entre Renault y Nissan dentro de la alianza tripartita que forman con la también nipona Mitsubishi afloraron a raíz de la destitución de Ghosn como máximo responsable de las tres empresas, tras su detención el pasado noviembre en Japón por supuestas irregularidades financieras.

La firma nipona viene reclamando a Renault un mayor poder de decisión en sus propios órganos directivos y dentro de la alianza conformada hace casi dos décadas, cuando la empresa francesa acudió al rescate de una Nissan al borde de la quiebra, y en la que ahora el fabricante japonés tiene más peso por volumen de ventas.

Renault, cuyo mayor accionista es el Estado francés, con un 15,1 % de capital, es el principal accionista de Nissan Motor con la antes citada proporción de participaciones. La firma nipona tiene, a su vez, el 15 % de capital de la francesa.

Las divergencias entre ambas empresas, además de las reticencias de París, frustraron la oferta de fusión presentada el mes pasado a Renault por la Fiat Chrysler Automobiles, que de haber salido adelante habría creado un gigante automovilístico líder en el mundo por volumen de negocio.