La Universitat Politècnica de Valencia (UPV) y la multinacional Littelfuse desarrollan nuevas tecnologías de ignición para reducir las emisiones contaminantes de los vehículos equipados con motor de gasolina y para que sean cada vez "más verdes".

En los próximos años, a pesar del esperado incremento de vehículos eléctricos, aproximadamente un 98 % de los coches estará aún impulsado exclusiva o parcialmente por un motor de combustión interna, ya sea diésel, gasolina o, en menor medida, gas, según informan fuentes de la UPV.

La investigación desarrollada por el CMT-Motores Térmicos de la UPV y Littelfuse va en la línea de nuevas tecnologías que permitirán obtener motores de combustión más ecológicos a través de la mejora de las prestaciones del sistema de ignición del motor.

Su correcto funcionamiento es fundamental para asegurar la fiabilidad del motor -y del vehículo en general- e influye directamente en las emisiones del mismo.

Según el investigador del Instituto CMT-Motores Térmicos de la UPV Ricardo Novella, las nuevas regulaciones de emisiones imponen requisitos mucho más exigentes para la electrónica que controla el motor, por lo que se espera "una rápida e importante revolución tecnológica" en los motores gasolina a nivel mundial.

En esa revolución es donde entra en juego la investigación de la UPV y Littelfuse, que se adelantará a las nuevas normativas de control de emisiones y contribuirá a conseguir motores "cada vez más verdes".

Mediante un estudio exhaustivo de las nuevas y futuras normativas de control de emisiones esperables en los próximos años, y con un motor instalado en un banco de pruebas ubicado en el CMT-Motores Térmicos, los investigadores determinan los puntos de operación más representativos para el motor en una situación de conducción real, que se replican en el laboratorio.

En el motor de pruebas es posible emular todas las condiciones de operación posibles y controlar que los gases emitidos por el motor cumplan con los escenarios derivados de las normativas por venir que se han determinado con anterioridad. De ese modo se puede medir y predecir los requisitos para las futuras generaciones de sistemas de ignición con años de anterioridad.

El motor de pruebas consiste en un motor de investigación monocilíndrico equipado con sistemas de nueva generación altamente flexibles donde todos los parámetros de funcionamiento son regulables, y las emisiones gaseosas de escape (CO2, NOx, CO y otros) y las partículas pueden ser analizadas y medidas de forma continua.

Para el directivo de Littelfuse José Padilla, el sector de la automoción evoluciona muy rápidamente, con nuevas regulaciones cada pocos años, lo que provoca que los fabricantes de dispositivos tengan que adelantarse a las tendencias con suficiente antelación para tener el producto listo en el momento más adecuado "garantizando los niveles de calidad y fiabilidad exigidos".