Mazo celebra el Corpus más vertical de Canarias

Centenares de vecinos participan en la elaboración de arcos que alcanzan los 22 metros de altura

Jorge Dávila

Jorge Dávila

Santa Cruz de Tenerife

Nació en Monte de Breña (Mazo) en 1957, se hizo profesor en La Laguna y regresó a casa para echar raíces. Alcalde socialista de su pueblo entre 1991 y 2001, cronista de su villa natal y autor de 41 arcos, Adolfo Rodríguez González es una voz autorizada cuando de lo que se trata es de hablar del Corpus Christi de Mazo, fiesta que se celebra hoy en el municipio palmero. 

"Es difícil explicar la grandeza de esta fiesta si no eres de aquí, pero siempre logra sorprender a los visitantes"

Adolfo Rodríguez

— Cronista de Villa de Mazo

Catorce estructuras aéreas engalanadas –las más pequeñas cogen una altura de 5 o 6 metros y las más apabullantes pueden llegar a los 22– sobrevuelan los tapices de media docena de calles del casco histórico. Él lleva trabajando en el arco de Monte Breña desde finales de 2024, aunque el gran acelerón se produjo en los dos últimos meses. El miércoles se instalaron con ayuda de camiones grúas, en la jornada de hoy se convirtieron en los pórticos que atravesó la procesión de esta tarde y van a estar apuntando al cielo hasta el próximo domingo. «El lunes los empiezan a desmontar», comenta el artesano sobre una costumbre que tiene grabada a fuego en su corazón. «Es difícil explicar la grandeza de esta fiesta si no eres de aquí, pero siempre logra sorprender a los visitantes», precisa sobre una tradición popular que se sigue celebrando un jueves. «De ahí no nos han movido», apostilla.

Cuando el Gobierno de Canarias trasladó hace cuatro décadas el Corpus del jueves al domingo, la Villa de Mazo se mantuvo firme y lo siguió celebrando el cuarto día de la semana [La Orotava también fue fiel al jueves]. Eso hizo que la fiesta perdiera algo de músculo, a pesar de que hoy es festivo en la zona, porque en los núcleos limítrofes hay que ir a trabajar. «El gran repunte lo vamos a tener el sábado y el domingo, pero es cierto que ya no es como en el pasado cuando las calles del municipio no daban abasto con tantos visitantes», remarca el exalcalde de Mazo.

Los primeros arcos

La construcción de los primeros arcos de Mazo data de 1953. Fueron los vecinos de los barrios de La Sabina y Lomo Oscuro los que se lanzaron a celebrar el Corpus en vertical. Esta técnica, lógicamente alejada de lo que hoy son las grandes estructuras de hierro y madera, se repitió durante tres o cuatro años seguidos hasta que empezaron a sumarse otras comunidades vecinales. En un abrir y cerrar de ojos se juntaron más de una docena y desde el Ayuntamiento se dieron los pasos oportunos para que esta idea calara: 65 años después, más o menos, la mayor parte del presupuesto de la concejalía de Cultura de la Villa de Mazo se destina a la festividad del Corpus.

Una vecina participa en la elaboración de un tapiz.

Una vecina participa en la elaboración de un tapiz. / Luis G. Morera / Efe

Otra de las particularidades de estas creaciones es que no se utilizan tintes ni elementos artificiales. «Todo es natural y lo sacamos de la tierra», aclara Adolfo. «Éste es un municipio con una sólida historia agrícola y hay que conocer bien cómo secan los productos para ver el color final con el que se quedan... Da la impresión de que están teñidos, pero todo es natural y es fruto de un largo proceso», matiza respecto al material empleado para construir los arcos y los tapices. En la edición de 2025 el tema principal gira alrededor de las Fiestas Lustrales de la Virgen de las Nieves.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents