La falta de consenso impide cerrar las obras de la carretera de la Costa

El consejero Sebastián Franquis asegura que «es imposible seguir adelante» sin el entendimiento de las administraciones palmeras

Sebastián Franquis (i) y Anselmo Pestana.

Sebastián Franquis (i) y Anselmo Pestana. / EFE

La carretera de la Costa se queda sin concluir por la falta de un consenso administrativo sobre su trazado. Así lo reconoció ayer el consejero regional de Obras Públicas, Transporte y Vivienda, Sebastián Franquis, en una rueda de prensa en la que anunció que la primera fase de la vía estará terminada a finales de mayo: la no continuidad de lo trabajos del tramo ha provocado protestas vecinales. De esa manera, estas actuaciones ejecutadas por emergencia se darán por concluidas, quedando para el futuro la contratación se otros servicios para completar la vía. 

La segunda fase de esta obra se refiere a la construcción de una vía de entorno a los 900 metros, que permitiría la conexión de la nueva carretera con las vías ya existentes. Sobre ella existen reclamaciones de los vecinos de los barrios de Tazacorte, que solicitan que se haga la obra con la menor afección posible a viviendas y explotaciones plataneras. Hace dos meses, el Gobierno de Canarias reclamó a los ayuntamientos palmeros y Cabildo un acuerdo plenario para apoyar una de las tres opciones planteadas: la primera afecta a los barrios de Marina Alta y San Borondón, la segunda fue presentada por una plataforma vecinal que se oponía al trazado oficial debido a las cantidad de casas afectadas y la tercera posibilidad consiste en una conexión con la LP-205.

Franquis destacó que, a pesar de solicitar esos acuerdos plenarios, «no los hay». En este sentido, informó que sí se han recibido cartas del Ayuntamiento de Tazacorte y del Cabildo insular, en las que se expresa que la solución que se ejecute afecte en la menor medida posible a los vecinos de la zona. Ante eso, señaló que «la decisión del Ministerio y del Gobierno de Canarias es la de no actuar si no tenemos el consenso de todos». El consejero regional reiteró que «sin consenso es imposible que podamos seguir adelante» e insistió en reclamar «lo que para nosotros es fundamental para seguir avanzando en el segundo tramo de la carretera de la Costa que habíamos iniciado». 

La palabra consenso, pues, se convirtió en el eje de su discurso, repitiéndola una veintena de veces en lo que le restó de intervención, para reclamar de esa manera que no se tomarán decisiones sin esos acuerdos entre administraciones. Franquis fue tajante al señalar que «hicimos el primer tramo porque había consenso, ahora teníamos la voluntad de acabarlo y no vamos a continuar», aseguró. 

Un salto de calidad

El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, por su parte, aludió a que la obra que se concluirá a finales de mayo permitirá «tener una magnífica carretera en ese primer tramo y será una vía segura, amplia, cómoda y con capacidad para asumir tráfico», añadiendo que «tener esa vía da un salto de calidad en la comunicación norte-sur sobre las coladas». 

Respecto a la no continuidad de los trabajos de la carretera, recalcó que «hay instituciones que no se han pronunciado porque no afectan a su municipio», sin embargo, quiso recordarles que barrios de esos municipios si ven afectados su comunicación con el norte del Valle de Aridane, «por lo que no es racional que no se pronuncien sobre algo que afecta a ciudadanos de sus municipios», dijo. 

Pestana también dijo que «la recuperación del consenso es una obligación moral respecto a lo que tenemos en juego en la isla de La Palma», incidiendo en que «si no se llega a ese consenso quedará cerrada la vía y será con otras obras ordinarias con las que se decidirán por dónde comunicar y continuar el trazado de la carretera de la Costa.

A la obra, que se va a entregar a finales de mayo, le falta por concluir un tramo de unos 900 metros

Previo a los dos representantes públicos, el director de la obra Francisco González recordó que se trata de una actuación de emergencia que se ejecuta sin proyecto previo, siendo «una obra declarada de emergencia, y en función de tal hemos podido actuar». Además, se refirió a que los trabajos se han ejecutado experimentando y realizando estudios de aplicación de materiales, «que tenemos que comprobar lo que se ha ejecutado en los siguientes años».

También recordó el problema de las altas temperaturas que han registrado, superiores a los 500 grados a tan sólo un metro de profundidad, lo que junto a la existencia de tubos volcánicos ha dificultado enormemente los trabajos de cimentación. Aún así, se ha podido enfrentar cada uno de los puntos críticos que se han encontrado, generados por los movimientos de tierra, la construcción de un viaducto y la aplicación del pavimento. Sobre este punto, señaló que «no teníamos ninguna experiencia», para lo que fue necesario realizar pruebas con 10 materiales distintos. La propuesta final les ha permitido usar cementos aluminosos por su capacidad de disipar el calor. Francisco González también destacó que esta carretera viene a completar un futuro eje costero de la Isla, que conectará con Puerto Naos y podría completarse con la conexión costera con Fuencaliente. 

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