Entrevista | Mariano Hernández Zapata Presidente del Cabildo de La Palma

«Tenemos que avanzar para que los cabildos asuman más competencias»

«Estamos ahogados en un mar de papeles para intentar dar alternativas»

Mariano Hernández Zapata

Mariano Hernández Zapata / El Día

En su afán por impulsar la celebración del 110 aniversario de los cabildos insulares, La Palma ha puesto en valor la figura de uno de los propulsores de la iniciativa, el mazuco Pedro Pérez Díaz. En esa situación y tras más de un siglo al servicio de la ciudadanía, las instituciones reivindican mayor financiación y más competencias para dar respuestas al pueblo.

Es importante acercar a la ciudadanía este 110 aniversario.

Muy importante y, por eso, hemos organizado una intensa agenda de actividades. Una de ellas, la visita de los centros educativos de la isla. Casi 400 escolares que no realizaron la típica visita del Salón de Plenos, sino que pudieron, incluso, visitar algunos de los servicios de la Institución.

¿El Cabildo es una institución desconocida?

Creo que es una institución que se ha ganado a pulso el conocimiento y el cariño de la sociedad palmera. Y eso se nota también en los jóvenes que nos visitaron. Los pibes hacían preguntas que te quedabas frío. Creo que en los jóvenes en general siempre hay cierta confusión entre qué competencias son del Cabildo y cuáles de un ayuntamiento e incluso del Gobierno de Canarias. Es verdad que, al contar con varias administraciones, no es sencillo para las personas de la calle sepan qué es cada una. Por eso lo que tenemos que hacer es maximizar los servicios a las familias y cada día intentar mejorarles la vida.

¿Hay un problema para definir las competencias?

Absolutamente. Por eso tenemos que avanzar en que los cabildos insulares cada vez asuman más competencias. Es la administración más importante de todas las que existen en Canarias. Me atrevería a decir que, para el territorio, es incluso más importante que el propio Gobierno autónomo. Tenemos que avanzar en ello, aunque es difícil definirlo porque gestionamos muchos fondos de la Comunidad Autónoma. En especial a lo que se refiere a la acción social. Esta área la gestionamos el 100% de los centros sociosanitarios de la isla de La Palma, y por tanto, la última palabra la tenemos los cabildos. Pero al estar financiado por el Gobierno autónomo en gran medida, puede existir ahí la confusión.

¿Y cuáles reivindican?

Falta continuar avanzando la competencia en carreteras, porque siguen existiendo carreteras de interés regional. También en materia de acción social porque tenemos todas las responsabilidades. En ese trabajo nos encontramos en la Fecai, trabajando intensamente durante estos cuatro años para intentar avanzar en nuevas competencias y responsabilidades.

¿Alguna tiene financiación deficiente?

Ha habido un traspaso de algunas competencias en los últimos años que no han venido acompañados de partida presupuestaria. Y esa es la clave. Estamos encantados de asumir cada vez más responsabilidades, pero necesitamos que tengan aplicación presupuestaria. Se viene hablando mucho sobre la competencia de los Parques Nacionales, lo que aquí se traduce en la Caldera de Taburiente, que parece que no acaba de efectuarse del todo. Pero lo que seguimos insistiendo es que necesitamos mayor financiación de la que está prevista para poder hacer una gestión efectiva y óptima.

¿Entienden fuera de las Islas lo que es un cabildo?

No, ni mucho menos. No hace tanto veíamos que una asociación de empresarios, no sé si fue en Madrid, hacía una propuesta para la eliminación de los cabildos insulares. Una figura vital y necesaria para las islas. Mientras lo tengamos claro aquí, creo que ya es bastante importante. Tenemos que avanzar aquí, en nuestro territorio, en este tipo de situaciones, porque al final nos pretenden comparar con diputaciones provinciales y no tenemos nada que ver. Tenemos más presupuesto y competencias. Poco o nada tenemos que ver.

¿Y debería sustituir a ayuntamientos?

No sé qué decirte. Lo que sí te puedo decir es que en este mandato, mi primero como presidente, he tenido una excelente relación de colaboración con los catorce municipios. Hemos sido capaces de sacar adelante aspectos que estaban apalancados, como puede ser el Fdcan, unos fondos del Cabildo que en este mandato han avanzado gracias a esa colaboración bidireccional. Dicho esto, eliminar o no los ayuntamientos es un planteamiento, pero no solo de Canarias o de La Palma, sino que trasciende al resto del Estado. Es un debate nacional que en algún momento estoy seguro que se tendrá cuenta y se pondrá sobre la mesa. El número de ayuntamientos que tenemos en España es muy importante y tenemos que seguir trabajando en adelgazar la Administración pública.

¿Podría suceder eso en La Palma?

Podría pasar eso también en La Palma, ¿porqué no? Pero bueno, creo que es un debate muy de fondo y no sé si llegará en estos próximos 10, 15 o 20 años.

¿En que ha quedado la sustitución del edificio del Cabildo de La Palma?

Eso no toca ahora. Hemos apartado ese proyecto por el momento, aunque es cierto que el edificio se nos ha quedado pequeño. Tenemos ocupado el antiguo Parador, diferentes oficinas de alquiler y hemos ampliado a otros municipios. Ejemplo de ello son las oficinas que hemos abierto en Los Llanos de Aridane, que tiene un volumen de atención ciudadana importantísimo. Siendo incluso superior al del propio Palacio Insular. En todo caso, yo lo que creo es en avanzar y en reducir costes. Por eso también estamos afrontando las nuevas oficinas de Deportes en Miraflores en unas oficinas que son propiedad municipal, para ahorrarnos alquileres. Ese es el futuro más cercano: ahorrar costes e intentar adecuar la institución a lo que realmente necesitamos. Sí que hemos puesto sobre la mesa, aunque las circunstancias de mandato no lo hayan permitido llevar a cabo por el momento, el desalojo del antiguo Parador.

¿Cuál sería su destino?

Es una infraestructura que estaba ideada, en su momento, para albergar un hotel. La Isla necesita ahora camas y, por eso, tenemos que facilitar que el Parador se pueda dedicar a ello. Es una de nuestras propuestas. Al inicio del mandato intentamos negociar con una entidad bancaria para ocupar un edificio que tienen prácticamente vacío, pero no llegamos a ello. Y ahora tenemos que seguir buscando alternativas para ser facilitadores de la de la construcción de camas en la Isla.

Ha dicho estos días que se ha sentido solo. ¿Se puede estar solo siendo presidente del Cabildo de La Palma?

Nosotros tenemos ahora mismo la competencia y la responsabilidad de la emergencia. Las situaciones que vivimos siguen siendo muy graves. Una es las 127 personas que permanecen en los hoteles y otra es la situación de gases en La Bombilla y Puerto Naos. Estamos solos, absolutamente solos en esa gestión. Se ha instalado una pareja de la Guardia Civil en la zona costera, fija 24 horas y esta semana nos han presentado el proyecto futuro de los tres millones de euros para instalación de medidores. Y todo lo que se ha hecho, lo ha llevado a cabo este Cabildo. Si el Cabildo no llega a meter mano en los planes de seguridad, los agricultores aún no podrían acudir a sus fincas y no se habrían podido realizar los acompañamientos a las zonas de viviendas, tanto de La Bombilla como de Puerto Naos.

¿Y en lo económico?

De los casi cien millones de euros que ha puesto el Cabildo sobre la mesa para recuperar la infraestructura y para hacer gasto corriente, hemos recibido sólo 12 millones de euros del Ministerio de Política Territorial. De las ayudas del Ministerio de Interior no se sabe ni se conoce cuándo van a venir o cuando no. Estamos ahogados en un mar de papeles para intentar dar soluciones alternativas. Hemos puesto soluciones sobre la mesa, que se podrían llevar a cabo, y que no terminan de llegar. Este no ha sido un Cabildo que se ha ya quejado de manera gratuita o haya actuado de forma desleal. Pero hay aspectos, como el de la financiación, que es dantesco. No se ha tenido en cuenta la propuesta que hemos hecho para que todas las obras que tengan que ver con la reconstrucción de la isla de La Palma se puedan ejecutar por emergencia. Y, sin duda, espero que ese decreto agrícola se ejecute por emergencia, con la construcción de las fincas de plátanos. No podemos volver a hablar de otra carretera del sur, que lleva 14 años en obras.

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