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Dos de cada 10 palmeros pagan con retraso la factura de la luz

El Estudio sobre la Pobreza Energética de la Isla detecta temperaturas inadecuadas en tres de cada 10 hogares

Una farola frente al volcán Tajogaite, en la isla de La Palma. Andrés Gutiérrez

Dos de cada 10 palmeros pagan con retraso la factura de la luz y tres de cada 10 viven en hogares con temperaturas no adecuadas. Son las principales conclusiones del Estudio sobre la Pobreza Energética en La Palma, realizado por el Cabildo a través del proyecto público La Palma Renovable. El informe pone de relieve, según Carlos Cabrera, consejero insular de Industria y Energía, «la grave situación que padecen muchas familias palmeras», así como aporta una lista de propuestas para mejorar la situación socioeconómica en la que se encuentra la Isla Bonita.

Otros datos destacados que arroja el estudio son que el gasto medio mensual en energía de los hogares palmeros se sitúa entre los 50 y los 79 euros mensuales y que el 15% de los hogares de la Isla realizó un acogimiento de familiares o afectados por la erupción volcánica, lo que influye en el consumo energético.

El consejero de Energía subraya que estas cifras resultantes del estudio «verifican que la población palmera no se ha librado de la pobreza energética ni del impacto provocado por la pandemia y por la erupción volcánica». Además, ha visto incrementado su consumo y mermados sus ingresos a raíz de la pandemia», detalla Carlos Cabrera.

Situaciones de precariedad

Los encargados del estudio, José Luis López y Diana Mayorga, del proyecto La Palma Renovable, concretan que el retraso de los pagos de facturas ocurre en un 16,7% de la población y un 28,3% de hogares tienen «temperaturas no adecuadas». Asimismo, destacan que el gasto tan bajo en energía que se ha detectado en muchas familias palmeras «podría estar ocultando situaciones de precariedad en personas que no utilizan agua caliente, iluminación, entre otros, por evitar un gasto mayor, poniendo en riesgo su salud o dignidad personal».

La pobreza energética se produce cuando un hogar encuentra dificultades para pagar la energía necesaria para la satisfacción de las necesidades domésticas de sus miembros y cuando una familia se ve obligada a destinar una parte excesiva de sus ingresos a pagar la factura energética de su vivienda.

«Es necesario trabajar en determinadas herramientas, que están a nuestra disposición para informar a la ciudadanía, como los datos del contador digital, los simuladores y comparadores de la factura eléctrica, sean conocidos y utilizados por todas las personas», apuntó Carlos Cabrera. Asimismo, el consejero remarcó que «el sector de la energía en el ámbito energético tiene implicaciones ambientales y económicas, pero también y sobre todo sociales». «Afrontar los problemas requiere acercar a la ciudadanía todas las herramientas que tiene a su disposición para mejorar su calidad de vida», concluyó.

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