Luis Lorenzo es un vecino de Puerto Naos que, tras más de un año fuera de su domicilio, decidió adentrarse en la zona de exclusión de la costa del Valle de Aridane para poder pernoctar en su casa, lo que le ha costado la detención por parte de la Guardia Civil y tener que pasar tres horas en un calabozo a la espera de la decisión judicial. 

Este afectado confiesa a EL DÍA que ha tenido que llegar a este extremo tras «sufrir presiones» para abandonar el hotel en el que ha estado alojado durante todo este tiempo. Así, su única opción era alojarse en un sofá junto a sus padres, en la zona alta de Puerto Naos, o entrar en su propia vivienda, pertrechado con medidores de gases, y poder dormir en ella. 

El detenido por desobediencia a la autoridad tomó esta decisión «porque desde hace meses me están presionando desde Servicios Sociales del Cabildo para que abandone el hotel». Denuncia que le han insistido en que es alguien que cuenta con medios, reconociendo que «antes lo era, pero ahora nos ha cambiado la vida a todos los palmeros». Por eso, en una situación que califica de «dura», decidió adentrarse en Puerto Naos y volver a su casa.  

El periplo de Luis comenzó la mañana del domingo, cuando intentó ingresar en la zona de exclusión. En aquel momento informó a tres agentes de la Guardia Civil que su deseo era el de pernoctar. «Ellos me recomendaron que no lo hiciera, aunque me dijeron que no me lo podían prohibir», señala, por lo que en consecuencia «no les he desobedecido», hace hincapié.

Durante todo ese tiempo fue tomando mediciones de la presencia de CO2 en su domicilio, no superando los 500 partes por millón (ppm) del gas tóxico. El que compartiera esas fotografías y vídeos a través de las redes sociales provocó que «me presionaran durante toda la noche para que saliera de mi casa», recibiendo llamadas telefónicas y la presencia bajo su ventana de agentes en distintos momentos, llegándole a advertir de que, si no abandonaba su domicilio, sería detenido por la mañana. 

Este diseñador web recalca que en ningún momento ha negado la existencia de gases, pero ha demostrado que después de airear las zonas desaparecen, por eso insiste en que lo que no hay es «gestión» por parte de las administraciones para actuar. Ya fue por la mañana de ayer, cuando acudió a la zona de playa a ducharse, ya que no tiene agua corriente en su domicilio, cuando se personaron dos agentes para detenerlo y trasladarlo a los Juzgados de Los Llanos de Aridane, donde permaneció durante tres horas en los calabozos antes de ser puesto en libertad con cargos. 

Luis agradece el trato de la Guardia Civil durante todo el proceso, pero se lamenta del «mal trago que ha pasado cuando ha cumplido con las recomendaciones dadas».

Sobre todo este proceso, denuncia que «hay intereses políticos» para evitar que los vecinos vuelvan, cuando reclama que «sabemos que se puede vivir, yo lo he demostrado». Después de salir del calabozo ha vuelto a su casa para recoger sus cosas. En la entrada a Puerto Naos solo le han vuelto a pedir su DNI.

Por su parte, la propia Guardia Civil informó en un comunicado que había procedido a la detención de un varón de 37 años, refiriéndose a Luis, como presunto autor de un delito de desobediencia grave. Según el Instituto Benemérito, identificaron a Luis al entrar a Puerto Naos, advirtiéndole de la prohibición de permanecer en la zona, dándole «hasta en cuatro ocasiones más las mismas indicaciones», señalan, y «haciendo caso omiso».

Fue en la mañana de ayer, cuando Luis se disponía a abandonar su domicilio tras haber pasado el día y la noche en el interior del mismo, cuando fue detenido por los agentes como presunto autor de un delito de desobediencia grave.

Mientras, los propios vecinos y empresarios de Puerto Naos anuncian que emprenderán acciones legales contra el Cabildo insular por imposibilitar el libre acceso a las zonas de costa del Valle de Aridane.  

El colectivo vecinal abordó en una reunión la que califican como «la desidia, el abandono y la falta de información desde hace casi un año» y reiteran que «de primera mano, los propios vecinos han corroborado que no existen gases de CO2 letales para la vida», aseguran.

Valores anómalos altos

El Comité Científico de la emergencia insiste en que en las estaciones instaladas que miden de manera continua en La Bombilla y Puerto Naos se continúan registrando valores anómalamente altos de CO2, tanto en el exterior, como en el interior de algunas viviendas, «sin que se haya observado ninguna tendencia descendente generalizada», señalan en su último informe. En él se indica que el promedio diario de la concentración de CO2 en el aire ambiente exterior registrado por las estaciones localizadas en La Bombilla presenta un amplio rango de valores, desde inferiores a 5.000 ppm hasta valores superiores a los 200.000 ppm. Destacan en el informe que el promedio diario de la concentración de CO2 en el aire presenta un amplio rango de valores que superan los 5.000 ppm.