San Miguel de La Palma celebra el día de su patrón tras unos años en los que la pandemia obligó a celebrarlo de forma distintas y el Tajogaite impidió hace un año este encuentro en el municipio de Tazacorte.
Como marca la tradición, representantes de los catorce municipios y la corporación insular en pleno se congregaron en la iglesia destinada a este arcángel, para en la eucaristía presidida por el obispo Bernardo Álvarez, escuchar las plegarias que cada año la Presidencia del Cabildo realiza a modo de ofrenda.
Ataviados con sus mejores galas, políticos y ciudadanos escuchan ese discurso que en esta ocasión dirigió Mariano Hernández Zapata a los presentes, y en el que tuvo palabras para todo lo relacionado con la erupción y el proceso de reconstrucción de la Isla.
En él recordó el trabajo de los científicos, que dijo «fue crucial para salvar vidas y está siéndolo para continuar la recuperación de La Palma» y apuntando que «ellos durante meses han sido unos más de nosotros, conviviendo con los palmeros y haciendo que lo que era complicado de entender fuera accesible para todos».
También se refirió a que «hace un año no pudimos celebrar tu fiesta como nos hubiera gustado, nos tocó estar luchando junto con los vecinos, afrontando, con el corazón en un puño, la mayor tragedia que nunca pensé tener que gestionar como presidente del Cabildo».
Por eso insistió en que «la ofrenda de este año trae más de agradecimiento que de petición, porque ante la imponente furia del volcán, se impuso ante nosotros la fuerza de la solidaridad de personas de todos los rincones del mundo», recordando que fueron días de lava y fuego, «pero también días de empatía y solidaridad, de sentirnos queridos y acompañados».
Tuvo palabras de agradecimiento para los cuerpos y fuerzas de seguridad, las Fuerzas Armadas, así como todas las organizaciones de Protección Civil que han velado por la seguridad de la Isla, pidiéndole a San Miguel «que de entendimiento a quien tenga que tomar las decisiones para que estos cuerpos y fuerzas de seguridad sigan presentes en nuestra Isla».
Hernández Zapata recalcó que el volcán también ha sido una oportunidad para pedir al Patrón «el don de la unidad para los que tenemos la tarea de servir a los ciudadanos desde las administraciones», agradeciendo que «hemos sido capaces de dejar a un lado las luchas partidistas, las lógicas diferencias ideológicas y los intereses personales para ponernos a trabajar juntos para afrontar el futuro de La Palma».
El 26 de septiembre de 2021, ha recordado, «la torre de la Iglesia de Todoque colapsó, su derrumbe fue un golpe durísimo que todos sentimos como propio». Acoge ese hecho como un símbolo que trasciende más allá de las referencias religiosas «para convertirse en el símbolo de un pueblo».
El presidente del Cabildo también le rogó a San Miguel por oportunidades para los trabajadores del campo palmero, «motor económico de esta Isla», dijo, ya que «a su lado vamos a seguir estando como lo hemos estado durante este año, con la creación de nuevas infraestructuras que permitan que el esfuerzo de tantos años siga dando fruto».
