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El volcán de Tajogaite desata la imaginación de los empresarios

El sector vinculado a las actividades

de aventura toma la delantera

Panorámica actual del volcán de Tajogaite. | | ANDRÉS GUTIÉRREZ

El volcán de La Palma, poco a poco conocido como Tajogaite, remató muchos pequeños negocios de la Isla que trataban de levantar la cabeza tras la pandemia, entre ellos a algunos de turismo activo que llevaban a los visitantes a ver las estrellas en las diáfanas noches de la Isla Bonita o a caminar por sus senderos. Cerca de una decena de estas pequeñas empresas se aferran a este nuevo vecino volcánico para sobrevivir y organizan visitas a la zona cero, porque su atractivo cautiva. «La ceniza está recién horneada, el volcán aún humea y echa gases; observar el recorrido de las coladas impresiona», comenta Ana García, propietaria de AstroLaPalma, y así se lo transmite un nuevo tipo de visitantes que acuden raudos a la isla para conocer el volcán.

Algunos son tan curiosos y llegan con tal ansia de conocer el Tajogaite que se presentan a la excursión directamente desde el aeropuerto, antes incluso de haber dejado la maleta en el hotel. Sorprende a los visitantes la rapidez con que la vida se abre paso en las condiciones más adversas: «Hay castaños con todo el tronco enterrado por la ceniza, solo se ven algunas ramas, pero de ellas brotan hojas y frutos», narra la propietaria de esta empresa. La idea de aprovechar la catástrofe del volcán como atractivo turístico surgió desde el principio, cuando, presencialmente o en las pantallas, el mundo asistía con inquietud y dolor, pero también con fascinación y curiosidad, a una erupción volcánica en directo.

Pero organizar excursiones a la zona de exclusión no es algo que pueda improvisarse ni hacerse a la ligera, «sería una locura». Se requiere calidad en el producto, seguridad, planificación, conocimientos, preparación y formación, explica Ana García.

Y destaca que entre tantas administraciones, solamente los ayuntamientos de Fuencaliente y El Paso tomaron la iniciativa la primavera pasada para formar a las empresas de turismo activo y a sus guías, de la mano de los científicos del Instituto Geográfico Nacional, para llevar a cabo estas visitas, en las que se acercan hasta a un kilómetro del cono. En Semana Santa se abrió una prueba piloto para los residentes locales y en junio comenzaron las visitas regulares, que desarrollan unas ocho empresas, algunas como complemento a otras actividades principales y otras de manera más intensiva. AstroLaPalma se dedica principalmente a las actividades nocturnas de observación del firmamento en «el mejor cielo del mundo». Aunque su intención inicial era organizar visitas al Tajogaite en el atardecer, para después aprovechar y observar las estrellas al oscurecer, esa propuesta no ha sido posible, porque el acceso a la zona de exclusión queda cerrado a partir de la puesta de sol.

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