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Regantes exigen retomar el túnel de trasvase como solución para el sector

Denuncian que esta infraestructura está en estado de abandono, cuando una inversión de tres millones de euros dotaría de recursos hídricos a las dos vertientes de la Isla

Infraestructura hídrica de la isla de La Palma. | | E.D.

La asociación Agua para La Palma exige descartar definitivamente el cierre del anillo hídrico insular y retomar el uso de recursos del túnel de trasvase para dar agua al Valle de Aridane tras la erupción del volcán Tajogaite, ya que se trata de una solución que reivindican otras instituciones y que incluso fue propuesta y apoyada por la asamblea del Consejo Insular de Aguas por unanimidad, y que ahora desde la asociación quieren desechar para sacar esa agua de riego del túnel de trasvase.

Se refieren a que esa obra de cierre del anillo insular «sería una aberración por sus enormes costes de construcción», valorados en nueve millones de euros, «energéticos», con un gasto diario de 40.000 euros para el bombeo, «y de mantenimiento», además de denunciar que «no constituye, por tanto, la mejor solución ni para la situación que existía antes de la erupción volcánica ni mucho menos para la recuperación del sector agrario tras esta catástrofe en la zona afectada», señalan.

En su lugar, esta asociación defiende que se termine el túnel de trasvase entre las vertientes este y oeste de la Isla, que destacan como «la mejor obra hídrica hecha en Canarias, pues su acondicionamiento, perforación gradual según demanda y otras medidas complementarias permitirían resolver las necesidades de agua de riego con un significativo menor coste económico para las arcas públicas y los agricultores».

Denuncian también que actualmente esta infraestructura «está en un irresponsable estado de abandono, con alevosía y premeditación por parte del Consejo Insular de Aguas». En caso de retomar esos trabajos, cuantifican en unos tres millones de euros el coste de esos trabajos de puesta en uso, a los que no habría que añadir suplementos por el bombeo «porque se usaría fundamentalmente la presión natural», defienden.

«Es la mejor obra hídrica hecha en Canarias, y resolvería las necesidades de agua de riego»

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Advierte este colectivo de «la enorme elevación o bombeo de agua que ya se realiza desde Aduares, con un elevado coste energético que todos pagamos» y, además, alerta de que los partidos que defienden el cierre del anillo insular «ocultan» las dificultades técnicas que ofrecen los terrenos inestables, «sobre los que se hace imposible fijar la tubería que pretenden de sur al oeste».

Para resolver esa problemática se había estudiado la posibilidad de realizar «un baipás bajando a la costa dicha tubería para luego volver a subirla», informan, lo que califican como «un absurdo que repetiría el elevado coste del bombeo que se hace en Aduares».

Por otra parte, plantean también los defensores del cierre del anillo hidráulico, llevar el tubo bajo el mar pegado a la costa se encontraría con «impedimentos por la Reserva Natural Marina», lo que para Agua para La Palma considera una solución «cara e innecesaria». Finalmente, subraya la asociación, «no pensaron que Fuencaliente perdería agua, pues el mismo caudal se lo tendrían que repartir también con el Valle de Aridane».

Por todo ello, reclama que se olvida que «ya tenemos parte del cierre del anillo hídrico insular hecho por el oeste, por medio del túnel de trasvase, abandonado, cuando lleva dando agua de calidad y barata a la Isla desde hace más de 20 años por sus dos bocas».

Por tanto, y máxime tras la situación que creó la catástrofe volcánica, la asociación propugna que «lo racional» sería llevar el caudal desde el túnel de trasvase a todas las medianías y a la costa del oeste al suroeste, sin excepción, «dando agua a todos esos agricultores que agonizan ante la falta de soluciones eficaces, y que ahora ven peligrar sus cosechas y sus recientes inversiones en replantar sin tener garantías de suministro».

La asociación también considera que el actual consejero de Aguas, Carlos Cabrera, «lleva a la incompetencia y el desprestigio a este organismo, en una carrera desbocada, al promover obras improvisadas que agotan y endeudan las arcas públicas sin resolver nada, haciendo lo mismo que sus predecesores».

De ahí que, para este colectivo ciudadano, PP, PSOE y Coalición Canaria son «corresponsables de la mala gestión de los recursos hídricos en La Palma», justificándolo en que «cuando pudieron no corrigieron las políticas anteriores y porque estando en la oposición callan, pendientes de la política de pactos y de garantizarse el sillón».

Con unas políticas diferentes, subraya la asociación, «no se derrocharía dinero público en desalación en una isla que tiene cuatro veces más agua de la que consume, ni se invertiría en resucitar pozos privados inyectando dinero con subvenciones para meter en el mercado agua escasa, mala y cara», reclaman.

Por el contrario, «de pensar en la buena gestión e interés público en sus planes hidrológicos», defienden que se establecería la obligación de realizar cierres o tranques hidráulicos que eviten perder agua y generen reservas, «pero en cambio solo existen en una de cada diez galerías», mientras que denuncian que no contemplan esta solución técnica en sus planes hidrológicos, ni articulan normas y herramientas para llevarlos a cabo.

Sin embargo, la efectividad de los cierres de las galerías la comprueban en los realizados en sus siete galerías los Heredamientos de Argual y Tazacorte, que en época estival los abren aumentando su caudal con las reservas que captaron durante el invierno.

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