El nuevo comisionado especial del Gobierno central para la reconstrucción de La Palma, Héctor Izquierdo, inició su trabajo sobre el terreno durante una reunión con los colectivos de personas afectadas por la erupción volcánica de Tajogaite, donde se presentó como un afectado más de la emergencia y como «una herramienta que viene a trabajar para ustedes».

Ante una veintena de representantes de los colectivos existentes expresó su deseo de «ayudar, empujar y colaborar» para solucionar «esta tragedia sin precedentes», en la que dijo que hay que trabajar «por el objetivo común de volver a una situación mejor que la del pasado 18 de septiembre».

Izquierdo, que informó que cuenta con una vivienda familiar en Puerto Naos a la que no puede acceder por las actuales emanaciones de gases en la zona costera del Valle de Aridane, apostó por «mejorar la Isla, poniéndola en el 2041 avanzando desde un punto de esfuerzo común».

El hasta hace pocos días secretario de estado de Hacienda quiso dejar claro antes de esa reunión con los colectivos de afectados que empatiza con ellos, entiende su situación, pero «también es verdad que hay unos tiempos que marca la administración en cuento a gestiones», por lo que el objetivo de su trabajo es, dijo, «ver en lo que se puede mejorar y ayudarles a que esas pretensiones lógicas puedan materializarse y desatascarse».

Por eso, incidió en que la labor del comisionado es la de impulsar las medidas de reconstrucción en la isla de La Palma, coordinando con el resto de administraciones, y recordando que en otras tragedias como el terremoto de Lorca o los vertidos del Prestige también se creó la figura del comisionado. En este caso, añadió que se trata de «una tragedia que es muy superior a los casos mencionados», por lo que su figura es «útil y necesaria», a lo que añadió que «todas las herramientas de ayuda repercuten en la mejora de la situación».

Del mismo modo, reconoció también que «se está haciendo mucho, pero también queda por hacer» y puso en valor la coordinación de administraciones, independientemente de las ideologías, señalando que el tener las elecciones a un año vista no debería enturbiar ese entendimiento. «El amor a nuestra tierra supera cualquier otro tipo de criterio en este momento histórico para la isla de La Palma», señaló, haciendo hincapié en que «nos estamos jugando el futuro de La Palma y, aunque haya distintos criterios, el objetivo está muy por encima de cualquier condicionamiento local». Un reto que para el comisionado «es grande, pero de eso se trata, de empujar entre todos».

Tras dos semanas en el cargo su intención es la de escuchar a los afectados y conocer de primera mano sus sensaciones y percepciones de quienes han perdido su modo de vida y esfuerzos de décadas. «Quiero ver la diferencia entre lo que se está haciendo y lo que se puede necesitar, para trabajar en ello y poner cimientos en la reconstrucción del futuro», señaló en el encuentro con los afectados.

Hoy mantendrá encuentros con la Delegación del Gobierno, el Cabildo y los tres ayuntamientos de los municipios afectados, a los que seguirán reuniones con las asociaciones de empresarios, y así conocer las prioridades y trabajos a realizar «para a nivel ministerial poder empujar», dijo.