El Isla Bonita Love Festival, que se celebra el próximo 30 de julio en el puerto de Tazacorte, contará con la asistencia de al menos 5.000 turistas de origen alemán que el turoperador Schauisland Reisen se encargará de trasladar hasta la Isla. Así lo anunció el delegado en Canarias de esta empresa, Armo Richartz, durante la presentación del evento, que en esta edición contará con la actuación de artistas de la categoría de Alejandro Sanz, Nicki Nicole, Vanesa Martín, Todrick Hall, Edurne, Pignoise, Bombai y Rebecca & Fiona, en un festival que tiene como premisa la defensa de los derechos de los colectivos y en la integración social.
Esta empresa, que su representante califica como «familiar», considera que conseguirán atraer en torno a 5.000 turistas a la Isla para la celebración de este evento, «ofreciéndole a la Isla la ayuda que necesita», destacó Armo Richartz. Además, destacó que son el turoperador número uno del mercado alemán en La Palma, «manteniendo el enfoque sobre la Isla durante todo el año, cuando otros turoperadores se van», añadiendo que pueden decidir diferente a otras grandes empresas y ahora «lo importante es apoyar a la isla de La Palma».
Más de 300 personas y cerca de un centenar de empresas trabajarán en el proyecto de este macroconcierto, que cuenta con un sólido apoyo por parte de empresas privadas, con un total de 24 patrocinadores, incluyendo, por primera vez en sus seis ediciones, al turoperador alemán.
El presidente insular, Mariano Hernández Zapata, destacó el regreso de esta cita «tras dos años de pandemia», y subrayó que lo hace «con la alegría y el convencimiento de seguir avanzando en la defensa de los derechos del colectivo LGTBI». Y es que La Palma «se convertirá durante unos días en la referencia de la defensa de estos derechos, como hemos venido haciendo en ediciones anteriores, y lo haremos desde la libertad, el respeto y el encuentro intergeneracional», dijo.
El presidente repasó el cartel de artistas que actuarán en Tazacorte y recordó que se trata de un festival «universal» en lo que se refiere a su «100% de accesibilidad», además de sostenible «con un trato exquisito en la separación en origen, la reducción y destino de los residuos», generando también un espacio seguro para las familias y «propiciando todo lo necesario para el disfrute», dijo.
En los mismos términos se expresó la consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, que intervino a través de un vídeo, señalando que «hablamos de un festival que, además de talento, desprende tolerancia, alegría y amor vivido como se debe vivir, en la más absoluta libertad». Son precisamente estos valores los que, a su juicio, «hacen que este festival sea tan especial, casando perfectamente con la marca Islas Canarias, que siempre se ha caracterizado por ser un destino líder para la comunidad LGTBI por su absoluto compromiso con la libertad y el respeto por todas y cada una de las personas que nos visitan», recalcó.
Castilla se mostró consciente de que «todavía sufrimos las consecuencias de la implacable lava», pero advirtió de que «desde el minuto uno comenzamos a trabajar por la reconstrucción, y en esta labor seguimos, esforzándonos por retomar la normalidad que los palmeros y palmeras tanto se merecen. Resistimos a la fuerza de la naturaleza y ahora es el momento de aprovechar el regalo que la tierra nos dio».
La consejera de Turismo del Gobierno de Canarias recordó que, durante meses, La Palma «estuvo en boca de todos. Nosotros trabajamos para que siga estando en la mente de muchos turistas que quieren venir a descubrirla por primera vez, y también en la mente de muchos visitantes que quieren verla de nuevo, curiosos por conocer el paisaje que la erupción creó». No dudó al afirmar que «festivales como el que hoy presentamos suponen una gran campaña de promoción para que la isla siga siendo objeto de atención no sólo en Canarias, sino también en el resto de España».
Un feliz regreso
La consejera fue un poco más lejos subrayando también que el Isla Bonita Love Festival «representa el feliz regreso a los eventos multitudinarios que la pandemia nos arrebató», suponiendo también que miles de personas, «venidas de otras islas y también de más allá del archipiélago, se reúnan para bailar, para abrazarse, para disfrutar», lo que supone «un impulso emocional que también es económico, pues a nadie se le escapa que este tipo de eventos reactivan la economía de la isla y tienen efectos muy beneficiosos en su sector alojativo, en su sector comercial y en su sector hostelero», concluyó.
