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Crisis volcánica | Pasos hacia la recuperación

Cenizas del volcán de La Palma al servicio de la construcción

Varias entidades y empresas analizan desde hace meses las posibilidades

y nuevas aplicaciones que ofrece el material volcánico

Cenizas al servicio de la construcción ED

Desde antes incluso de que terminara la erupción a finales de diciembre, varias entidades, instituciones públicas, asociaciones y el propio Cabildo de La Palma encargaron distintos estudios destinados a encontrar un destino y un aprovechamiento a los materiales expulsados por el volcán para la Isla, además de conocer sus características fisicoquímicas y las posibles aplicaciones.

Fue el presidente insular, Mariano Hernández Zapata, el que dio a conocer la existencia de bloques fabricados con ceniza del volcán, incluso mostró en una fotografía el primero de ellos. Además, la ilustración la acompañó de una reflexión en la que destacaba que hay que poner «todos nuestros esfuerzos para que cada situación negativa del volcán, y la ceniza lo ha sido, se convierta en una oportunidad».

Hasta el momento, la ceniza recogida al sur de las coladas por más de 40 empresas de la Isla, en un operativo en el que participa un importante volumen de maquinaria, entre camiones, retroexcavadoras y palas, se está trasladando hasta Fuencaliente.

Allí se está utilizando para la regeneración ambiental en el entorno del volcán de San Antonio, un lugar que estaba alterado después de las riadas que sufrió el municipio de Fuencaliente en 2009, buscando con esa intervención concederle una apariencia coherente con el entorno en el que sitúa.

Además de ese uso, la iniciativa de esta empresa de Gran Canaria que pretende implantarse en la Isla permitiría la utilización de este material en los trabajos de reconstrucción de espacios públicos, viviendas e infraestructuras de transporte, además de posibilitar su exportación fuera de la Isla.

El responsable técnico de los trabajos de reconstrucción de la Isla, Amilcar Cabrera, puso en valor el papel relevante que está teniendo el uso de esta ceniza, ya que la considera «la base fundamental» de la recuperación de las vías que fueron afectadas por la erupción volcánica y formará parte de los hormigones que se van a fabricar para la reconstrucción. En este sentido, señaló que empresas «a nivel internacional» están colaborando con ideas que permitan la estabilización de la superficie arenosa para que sea compatible con el medio ambiente y ofrezca garantías.

Una pala realiza labores de acopio de material en Fuencaliente. | | EL DÍA

Cabrera destaca que también constituirá la base de la fabricación de hormigones y existen ensayos que se presentarán próximamente en los que sus resultados apuntan hacia su uso favorable, dada su composición mineral, en la elaboración de cementos.

«Hay mucho interés nacional e internacional», destaca el técnico, de empresas que pretenden sacarle rendimiento a este material, para lo que el Cabildo hace acopio del mismo «al resguardo de los vientos para planificar su uso», añadió Cabrera.

En esta línea en la búsqueda de nuevas utilidades para la ceniza volcánica, investigadores del grupo de Sistemas Industriales de Eficiencia, Instrumentación y Protección (SEIP) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en colaboración con empresas locales canarias, está avalando con sus informes estos usos del material expulsado.

Este equipo de profesionales está desarrollando nuevas formulaciones de productos destinados a la construcción, como morteros, hormigones o bloques, a base de cenizas volcánicas y de aditivos respetuosos con el medioambiente. Una solución que puede suponer un avance importante en la denominada economía circular de la Isla en relación con la situación actual después de la erupción volcánica.

El presidente insular muestra el primer bloque hecho con ceniza. | | EL DÍA Ramón Pérez

La producción de estos nuevos productos podría ser in situ, lo que daría salida, por un lado, al problema generado por la cantidad de ceniza acumulada y, por otro, propiciaría la actividad industrial local y por consiguiente la reactivación económica.

Este grupo de investigadores está coordinado por Ignacio de la Nuez Pestana, y sus líneas de trabajo se basan en la eficiencia energética, micrometría, macrometría, pinturas inteligentes y ciclo integral del agua, entre otras.

Además, otros científicos de la Universidad de Granada trabajan también desde mucho antes de que terminara la erupción en buscar usos prácticos para estos materiales. Un ejemplo es el descubrimiento por parte de Giuseppe Cultrone, investigador del Departamento de Minerología de esta universidad, quien la utiliza añadida a la tierra arcillosa de la provincia andaluza.

De esta manera logra un tipo de material aún más resistente que los ladrillos compuestos por esa tierra arcillosa granadina. En sus pruebas de laboratorio, la adición de ceniza volcánica redujo la cantidad de agua de amasado requerida en el proceso de producción hasta en un 14%, al reducir su porosidad.

La ceniza palmera también provocó que los ladrillos se volvieran más compactos y su resistencia a la compresión aumentó a medida que se incrementaba la temperatura de cocción, generando unos ladrillos más duraderos a cómo estarían sin este aditivo.

Estos resultados llevan a Giuseppe Cultrone a razonar que la ceniza volcánica «no debería considerarse más como un residuo a desechar, sino más bien un recurso en la producción de nuevos materiales de construcción eficientes y duraderos contribuyendo al desarrollo de una economía circular», destaca.

Otros estudios que también se están realizando por entidades científicas tienen que ver con el uso como fertilizante de esta ceniza volcánica, cuyos aportes en minerales a la tierra, suministrada de forma paulatina, también podría generar un beneficio futuro y propiciar otro recurso económico.

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