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La Palma: «No se olviden de nosotros»

Los palmeros recuerdan que siguen necesitando apoyo a las principales autoridades del país

Los Reyes, en el homenaje al pueblo de La Palma. Andrés Gutiérrez

En una ciudad sitiada durante las últimas jornadas por efectivos de las fuerzas de seguridad, con calles cerradas al tráfico y al aparcamiento, el ambiente era más bien tranquilo.

Más de un centenar de palmeros, algunos asomados a pintorescas ventanas de sus casas, presenciaron la llegada del Rey Felipe VI, la Reina Letizia y el paseíllo del presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, sus ministros, los presidentes de las comunidades autónomas y las principales autoridades de La Palma por la plaza de La Alameda, en pleno casco histórico de Santa Cruz de La Palma. 

En una ciudad sitiada durante las últimas jornadas por efectivos de las fuerzas de seguridad, y en la que las calles limítrofes al Convento de San Francisco se cerraron al tráfico y a cualquier posibilidad de aparcamiento, el ambiente era más bien tranquilo aunque expectante. Y eso que pocas veces en la historia de La Palma se había visto a tantas personalidades juntas, encabezadas por los Reyes, y desplazadas a la isla del volcán para apoyar a los damnificados por la erupción y a quienes lucharon por minimizar por enormes daños. 

El acto convirtió a la capital palmera –15.000 habitantes– en el epicentro político del país. Acudieron para homenajear a los palmeros y los isleños se lo agradecieron. Los más vitoreados fueron la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, convertido en nuevo líder del PP tras el fiasco de Pablo Casado. La primera apareció bajo la aclamación de «presidenta, presidenta», lo que se repitió cuando llegó su compañero Feijóo, tan sólo dos minutos después. Otro de los que no pasaron desapercibidos en ese paseíllo fue el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, quien acompañado del asturiano Adrián Barbón protagonizó una de las anécdotas de la jornada, al dirigirse al público presente con un «aquí estamos el más viejo y el más joven». Sólo los miembros del Consejo de Ministros que participaron en el homenaje a los palmeros eludieron el paseo. Ni siquiera bajaron las ventanillas de sus automóviles oficiales, algo que sí ocurrió en el caso de Don Felipe y Doña Letizia. Aunque no lo hicieron a pie, su coche sí circuló esos 50 metros junto al público presente a baja velocidad y expresando la cercanía con permanentes saludos.

Felipe VI visitó por primera vez el Convento de San Francisco, sede del homenaje, un inmueble histórico vinculado estrechamente a su padre. En él, Juan Carlos I y representantes de una decena de países, entre ellos varias casas reales europeas, fueron testigos de la inauguración del Observatorio Astrofísico del Roque de Los Muchachos en 1985, un patio plantado de naranjos que aún dan frutos. El acto sirvió también para que los Reyes sintieran la cercanía de los afectados por la erupción, que aún mantienen la incertidumbre y reclaman soluciones reales para los problemas habitacionales y económicos. Su principal petición es la misma que cuando comenzó la erupción, el 19 de septiembre del año pasado, y empezaron a verse los estragos: «No se olviden de nosotros».

Entre esos vecinos estaba Juan González, representante de la Plataforma de Afectados. «Recibimos a los Reyes y a los presidentes autonómicos con la educación y la ejemplaridad que se nos supone a los palmeros», aseguró. Recordó, eso sí, que «eso no quita que les recordemos que deben velar por nosotros y hacer lo posible para que se nos reconozcan nuestros derechos». 

En la misma línea se manifestó Jennifer Sánchez, presidenta de la Asociación de Vecinos de Las Manchas, quien se queja de «la lentitud» en la resolución de los proyectos y ayudas para la recuperación. «Somos conscientes de que el problema no es solo para los afectados, sino también para la administración que se tiene que enfrentar a esta emergencia». Jennifer Sánchez cree que el papel que pueda jugar la Casa Real es «importante para que se nos tenga presente en este futuro incierto al que nos enfrentamos».

El sentir de la sociedad palmera también lo expresó el presidente palmero, Mariano Hernández Zapata, quien se mostró agradecido de que se recuperara la celebración de este acto, suspendido el 25 de febrero por la invasión rusa en Ucrania, y «que se siga apostando por tener a La Palma en el foco» y que se pueda ver de primera mano «lo que necesitamos».

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