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ERUPCIÓN EN LA PALMA

El temor pasa del volcán de La Palma a los derrumbes por las intensas lluvias

La nueva fajana mide más de cinco hectáreas y la lava ha recorrido 350 metros desde el litoral

Formación del último delta de lava del volcán de La Palma

Formación del último delta de lava del volcán de La Palma @involcan

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Formación del último delta de lava del volcán de La Palma I. Durán

Los parámetros que dan pistas sobre lo que ocurre en el interior del volcán permanecen estables y la preocupación en La Palma se centra en los posibles efectos que pueden tener las intensas precipitaciones que se esperan en la isla a lo largo de la jornada y que se prolongarán hasta el sábado. La previsión meteorológica apunta que puede haber un flujo hidrológico de hasta 15 litros por metro cuadrado a la hora y esas intensas lluvias pueden favorecer el desprendimiento de laderas, especialmente de aquellas poco estables sobre las que se han depositado grandes cantidades de ceniza expulsada por el volcán de Cumbre Vieja. Ante este riesgo, las autoridades han solicitado a la población que eviten permanecer en zonas por las que habitualmente suele discurrir el agua, ya que podría transitar cargada de ceniza y se podrían forma lahares –coladas de barro–.

La columna eruptiva del volcán de Cumbre Vieja alcanzó ayer los 4.300 metros de altura, mientras que la jornada anterior no llegó a superar los 3.700 metros.

La lluvia aumenta el peso de las cenizas y forma una pasta que puede llegar a taponar las alcantarillas y provocar inundaciones. Los tejados de las edificaciones e invernaderos han acumulado grandes cantidades de material volcánico que, mezclado con el agua, podría aumentar el riesgo de colapso de la estructura. El director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, señaló que es «problemático» permanecer en los cauces del agua, ya que «podría encontrar dificultad para evacuar y se pueden registrar crecidas mientras encuentra su salida». En concreto, destacó que se tomarán medidas especiales en la zona sur de la emergencia, que comprende las poblaciones de Las Manchas, La Bombilla y Corazoncillo. Sin embargo, descartó que el contacto de la lluvia con las coladas de lava pudieran generar un peligro de emanación de gases tóxicos.

El avance de las coladas se mantiene estable y el principal aporte de lava llega a las coladas 4 y 7, que discurren al sur de la montaña de La Laguna y alimentan el delta lávico que comenzó a formarse el lunes sobre la playa de Las Viñas. Esta fajana ya tiene una superficie aproximada de cinco hectáreas, que se suman a las 43,46 hectáreas de isla baja que crece sobre la playa de Los Guirres. La colada siete, la última en llegar al litoral, también arrasó ayer terreno nuevo en la base este de la montaña de La Laguna. La cuatro se mantiene a unos 300 metros de la costa y los técnicos del Pevolca descartan que, de momento, pueda avanzar hasta el mar, puesto que todo el aporte de material magmático se deriva hacia la colada siete.

La superficie afectada por el paso de la lava es de 1.088,8 hectáreas. Las últimas coladas han arrasado 15,63 hectáreas en la zona este de la montaña de La Laguna y en la costa.

La actividad sísmica se mantiene dentro de los mismos parámetros que días anteriores, aunque la que se produce a profundidad -a más de 30 kilómetros- ha registrado un ligero repunte a lo largo de varias jornadas. Esta actividad se debe al reajuste o a la realimentación del sistema volcánico. Como ya ha sucedido en varias ocasiones desde que comenzó la crisis, después del incremento de la sismicidad a profundidad se registran picos en la sismicidad en cotas intermedias, que pueden ir acompañadas de la deformación del terreno y después se confirma una etapa de mayor efusividad del volcán.

Los satélites del programa europeo Copernicus cifran en 2.798 las edificaciones devastadas por la lava. De estas, 2.676 están totalmente destruidas y 122 parcialmente afectadas.

La superficie afectada por el paso de las coladas de roca fundida asciende ya a 1.088,84 hectáreas, 15,63 más que la jornada anterior. De este terreno, 335,51 hectáreas eran fincas agrícolas destinadas al cultivo del plátano (206,2 hectáreas), viñedos (60,01) y aguacateros. A esto hay que sumar unas 90 hectáreas más de parcelas que han quedado aisladas y que, por tanto, se perderán las cosechas. Los satélites del sistema europeo de vigilancia terrestre Copernicus estiman que las construcciones afectadas se elevan hasta las 2.798, de las cuales 2.676 han sido dañadas en su totalidad y 122 están en peligro o en riesgo.

La ceniza impide retomar la actividad aérea

El régimen de vientos de componente oeste a partir de los 2.000 metros de altitud favorece que el penacho volcánico se dirija hacia el este y el noroeste de La Palma, por lo que se mantiene una situación desfavorable de cara al aterrizaje y despegue de los aviones en el aeropuerto palmero. El aeródromo está inoperativo desde el sábado debido a la intensa presencia de cenizas en los municipios de Breña Alta, Breña Baja y Santa Cruz de La Palma. Según la previsión, la nube de ceniza seguirá afectando a la conectividad aérea hasta el fin de semana. Los operarios del aeropuerto de La Palma se afanan en mantener la pista libre de polvo volcánico por si las condiciones atmosféricas permitieran retomar la actividad. A partir de hoy, Naviera Armas incorpora el fast ferry Villa de Agaete a la línea de Santa Cruz de La Palma – Los Cristianos (Tenerife) para reforzar la comunicación de la Isla Bonita. El buque realizará la travesía en dos horas y media desde el puerto de Los Cristianos de lunes a jueves a las 8.00 horas, para regresar a las 18.30 horas. Los viernes y domingos la salida será a las 16.30 horas y el regreso a las 20.00 horas. Esta medida, que se mantendrá al menos hasta Navidad, busca cubrir las necesidades de La Palma, especialmente cuando el aeropuerto no puede operar.

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