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Volcán de La Palma

Belleza entre la destrucción del volcán de La Palma

Un instante en el que las plataneras observan la salida del sol tras el cono del volcán que las amenaza

Desde una finca de plataneras, el sol sale por detrás del volcán, sobre el que se alza una nube de cenizas. | | NACHO GONZÁLEZ ORAMAS

La mirada de Nacho González Oramas siempre va un poquito más allá. Su objetivo siempre capta la belleza del instante y sus fotografías parecen cuadros pintados por un experto paisajista que trabaja con una interminable paleta de colores. La erupción del volcán en la Cumbre Vieja de La Palma ha dejado impresionantes imágenes en las que se puede observar la grandilocuencia de la naturaleza, pero González Oramas prefiere destacar la belleza del entorno del volcán.

Recorriendo las carreteras secundarias de la Isla Bonita, guiado por el instinto y no por los GPS, el fotógrafo obligó a los compañeros de expedición a parar entre las plataneras cercanas a La Laguna para captar el amanecer. «La foto me parece muy simbólica de la inocencia de los primeros días de erupción», destaca y apunta que, además, quería destacar el protagonismo que tiene el sector platanero en La Palma, que en las primeras jornadas de la crisis volcánica contenía el aliento ante los efectos devastadores que podría tener la lava y la ceniza sobre los cultivos. «El drama es evidente y traté de buscar imágenes con cierta belleza», señala.

El fotoperiodista viajó a La Palma junto a varios compañeros de profesión con los que compartió la experiencia. «El papel del fotógrafo es coger un trozo de la realidad y lograr que transmita algo. Aunque todos fuéramos a las mismas localizaciones, cada uno aporta su mirada», explica.

Lo que se está viviendo, para González Oramas, es «un drama impresionante y habrá que trabajar mucho para ver cómo se arregla, pero también es un fenómeno natural indescriptible». Entre sus trabajos es habitual encontrar fotografías de fenómenos naturales como eclipses o las diferentes fases de la luna. Si bien, destaca que se trata de situaciones efímeras. Sin embargo, el volcán es «demoledor, apabullante e imparable».

El fotoperiodista grancanario considera que los organismos públicos han perdido la oportunidad de que los profesionales de la fotografía documenten todo lo que acontece sobre el volcán, ya que no se les permite acceder de forma controlada a la zona de excusión o acompañar a los equipos de científicos durante sus actuaciones sobre el terreno. «La mayoría de las imágenes que se publican están tomadas por los equipos de seguridad, los geólogos o los vulcanólogos y es una gran oportunidad para obtener imágenes de calidad de un fenómeno natural de tal dimensión», concluye.

Nacho González Oramas

Nacho González Oramas

Nacho González Oramas (Las Palmas de Gran Canaria, 1965) es capaz de pintar paisajes naturales con un solo disparo de su cámara. Realizó sus estudios de fotografía, reportero de prensa y vídeo en la Escuela Superior de Imagen y Sonido CEV, en Madrid. La mayor parte de su trayectoria profesional la ha desarrollado en el ámbito cultural del Archipiélago. Es fotógrafo de instituciones como el Auditorio Alfredo Kraus, el Teatro Pérez Galdós, la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, el Museo Canario o el Centro Atlántico de Arte Moderno, así como de organismos públicos como el Gobierno de Canarias. Ha sido galardonado con más de una docena de premios y es autor de obras en más de una decena de exposiciones.

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