La colada de lava del volcán de La Palma llegó al mar el 28 de septiembre y empezó a crear una fajana que crece día a día y ocupa más de 34 hectáreas, por el momento. La lava ya está fría en su práctica totalidad y, al contrario de lo que se esperaba, apenas hubo cambios en el mar debido a que la lava estaba desgasificada del todo. Por ello, solo se registró un aumento de la salinidad y de la temperatura del agua, que alcanzó los 51 grados. El nuevo fondo marino genera más biodiversidad.