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Erupción en La Palma | El volcán incrementa su explosividad cinco semanas después

El volcán de La Palma desprende el calor de 4.000 bombas de Hiroshima

Los expertos de HDMeteo calculan 100 millones de metros cúbicos de lava a

una temperatura de 1.200 grados | Aumentan los seísmos, 307 en 48 horas

Las coladas y las bocas del volcán de La Palma, al natural y en visión térmica

Las coladas y las bocas del volcán de La Palma, al natural y en visión térmica El Día

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Las coladas y las bocas del volcán de La Palma, al natural y en visión térmica R. Acosta

El volcán de La Palma acumula en su interior energía térmica equivalente a la que producirían 4.000 bombas atómicas, similar a la que lanzó EEUU sobre la ciudad japonesa de Hiroshima al final de la Segunda Guerra Mundial, cuya explosión generó una ola de calor de más de 4.000 °C en un radio de aproximadamente 4,5 kilometros. Se calcula que hay 100 millones de metros cúbicos de lava a una temperatura de 1.200 grados centígrados y por 1.700 kilogramos por metro cúbico de densidad de piedra. El calor que desprende la erupción volcánica es igual a lo que consumiría la totalidad de la población de la isla bonita en 200 años con energía eléctrica.

La empresa HDMeteo, que desarrolla el portal meteorológico del Cabildo de La Palma, suministra estos datos como demostración de la elevada capacidad geotérmica que alberga el volcán palmero. La magnitud de las erupciones volcánicas se mide en la escala del Índice de Explosividad Volcánica con valores entre 0 y 8; en el caso de esta erupción el índice estimado hasta ahora es de 2, pero también una característica de las erupciones es la emisión de calor y, en el caso de Cumbre Vieja, está determinándose la acumulación geotérmica que se encuentra en su interior, energía que seguirá en la zona mucho tiempo más una vez finalice la erupción, que sigue en plena fase explosiva.

Más seísmos, más coladas de lava y más dióxido de azufre a la atmósfera reflejan cinco semanas después que el volcán de La Palma, lejos de finalizar, sigue en plena actividad y expulsando el ingente magma que discurre por las profundidades de la isla bonita. Y ante este escenario los palmeros están con el corazón en un puño porque, sin prisa pero sin pausa, la destrucción de cultivos y edificaciones va aumentando por momentos. Tanto el Instituto Geográfico Nacional (IGN) como el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) certifican que la erupción está en plena fase efusiva con alternancia de episodios explosivos intensos y que hay cuatro bocas eruptivas, aunque han llegado a ser nueve centros de emisión. También se enumeran las coladas de lava, que ahora son diez tras la irrupción de un nuevo flujo de magma detectado hacia el sur y que vuelve a amenazar la zona de Las Manchas.

El incremento de los terremotos origina nuevos focos emisores y más desbordes de lava

La Villa de Mazo y las zonas colindantes a la erupción volcánica se despertaron ayer con nada menos que 135 seísmos detectados entre la madrugada y la mañana. La intensidad de los movimientos sísmicos lo refleja el hecho de que en 48 horas –del 22 al 24 de octubre– el IGN registró 307 seísmos con un máximo de 4,9 grados el sábado. Ayer la mayoría de los terremotos se detectaron a 12 kilómetros de profundidad, mientras nueve de los 135 se registraron a 30 kilómetros. Según constatan los expertos que monitorizan el volcán, éste ha aumentado la emisión de piroclastos en el cono secundario de la erupción, coincidiendo precisamente con el aumento ayer del tremor volcánico y la mayor sismicidad desde la noche del domingo a 10-15 kilómetros de profundidad. En la tarde de ayer se sintió un nuevo seísmo de cuatro grados también de profundidad media.

Este fuerte incremento de la sismicidad ha provocado más salida de lava y una colada que avanza hacia el sur, en la zona ya evacuada de Las Manchas, amenazando a la zona del Corazoncillo, una planta fotovoltaica y al cementerio. Los técnicos del Pevolca han detectado que esta nueva colada se ha frenado por la cantidad de ceniza, aunque está muy cercana a este barrio. También a última hora de la tarde se comprobó la apertura de un nuevo foco emisor que ha supuesto nuevos derrames importantes de lava y desbordes procedentes de otros focos eruptivos

El avance de la colada del sur amenaza viviendas y el cementerio de Las Manchas

La colada cuyo frente se detuvo en el barrio de La Laguna sigue recibiendo aporte en su parte trasera, por lo que tarde o temprano acabará avanzando hacia el mar. A esa se ha unido otro motivo de preocupación: la colada que procede de la boca que hasta ahora solo venía emitiendo piroclastos y que es la que avanza hacia el sur a unos 50 metros por hora. La esperanza del gabinete de crisis es que esa colada se acabe uniendo a otra anterior y no provoque daños, solo materiales, pues esa zona fue una de las primeras evacuadas. Además, se confía en que la abundante acumulación de ceniza en esa zona ralentice y aporte mayor viscosidad a esa colada. En la actualidad hay activos cuatro centros de emisión que aportan carga a las coladas, y a lo largo del proceso eruptivo ha habido hasta nueve, según explicó ayer el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, algunas de las cuales se han ido activando y cerrando. Asimismo, enumeró hasta diez las coladas que han ido emanando del volcán, siendo la décima la nueva surgida en sentido sur. La que sigue amenazando el barrio de La Laguna es la colada número ocho, según el mapa mostrado por el director del Pevolca en su comparecencia diaria ante los medios.

Destrozos de la lava

El satélite Copernicus actualizó ayer la superficie afectada por el proceso eruptivo, que se estima en 852,27 hectáreas, 3,31 hectáreas más que el día anterior, y la anchura máxima entre los puntos extremos de las coladas se mantiene en 2.900 metros aproximadamente. El aumento de hectáreas responde al derrame lávico por el sur y a los huecos que se han rellenado en las zonas intermedias donde los flujos que se han desbordado de las bocas eruptivas alimentan a las coladas anteriores y la superficie que se había quedado fuera de la ocupación de la lava.

Según los últimos datos de Copernicus en cuanto al número de construcciones destruidas o dañadas, se calcula que el proceso eruptivo ha afectado aproximadamente un total de 2.270 edificaciones, de las cuales 2.143 están destruidas y 127 dañadas o en riesgo. Morcuende puntualizó que se trata del barrido que hace el satélite sin distinguir si son viviendas, cuartos de aperos, industrias u otro tipo de edificaciones. En este sentido, según los datos que maneja el comité de dirección del Pevolca, con datos del catastro actualizados hace 72 horas, las viviendas arrasadas son poco más de un millar, aparte de cuartos de apero, locales de hostelería o de ocio y construcciones de otros usos que han ido cayendo con el paso de la lava.

La erupción se lleva por delante 2.270 edificaciones y 260 hectáreas de cultivos agrícolas

En relación con los cultivos, el total de hectáreas afectadas ronda casi las 260 hectáreas, casi 14 más que en el registro anterior. De ellas, 145,61 corresponden a plantaciones de plataneras, 53,54 viñedos y 22,89 aguacateros.

El impacto del volcán sobre la población sigue aumentando. En cuanto a vecinos evacuados, hay 439 personas (10 más respecto al día anterior) alojados en complejos hoteleros –376 en el Hotel de Fuencaliente y 63 en el Hotel de Los Llanos de Aridane–. Además, hay 46 personas dependientes en centros sociosanitarios de la isla, según explicó el director técnico del Pevolca.

La calidad del aire en las últimas horas ha ido fluctuando en función del viento y la inversión térmica que durante los últimos días ha estado en la zona del Valle de Aridane y zonas aledañas. La última medición de emisión de dióxido de azufre realizada fue de 3.200 toneladas y la altura de la nube de cenizas de 3,2 kilómetros. La previsión para las próximas horas es que la nube de gases se dirija hacia el suroeste, lo que favorece la operatividad del aeropuerto de La Palma y los del resto de las islas del Archipiélago, por lo que las conexiones aéreas seguirán abiertas y serán las compañías aéreas las que decidirán en cada momento si vuelan o no, como ha sucedido desde que comenzó la erupción.

Uno de los problemas añadidos surgidos tras la salida del polvo sahariano son las lluvias que durante el fin de semana llegaron a la isla bonita y que pueden afectar a la acumulación de ceniza y que si caen con fuerza el choque con la lava produce emisión de gases. En este sentido se prevén lluvias «débiles, escasas», en el norte y el este de La Palma, sin descartarse en la cara oeste. Asimismo, los técnicos del Pevolca y del IGN constatan la «lenta tendencia» de deflación del terreno en puntos alejados del centro eruptivo, mientras que la deformación cerca del cono es estable, aunque se trata de una situación cambiante que puede modificarse en cualquier momento.

  • LAS CIFRAS

    307

    Enjambre sísmico. Según los datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN) entre el 22 y el 24 de octubre se produjeron 307 seísmos, siendo el más fuerte el del sábado, de 4,9 grados.

    852

    Hectáreas afectadas. Los datos del satélite Copernicus reflejan hasta ayer una afección por las coladas de lava de 852,2 hectáreas de terreno por la aparición de nuevas coladas.

    2.270

    Edificaciones destruidas. El total de edificaciones afectadas por la lava son 2.270, de ellas 2.143 están totalmente destruidas y 127 están dañadas o en serio riesgo de serlo.

    260

    Cultivos arrasados. El total de hectáreas de cultivos afectadas ronda casi las 260, casi 14 más que en el registro anterior. De ellas, 145,61 corresponden a plantaciones de plataneras.

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