La colada que alcanzó el barrio de La Laguna está "parada" pero está recibiendo "mucho aporte" de lava del volcán en su parte trasera, tal y como confirman las cámaras termográficas, por lo que se prevé que en las próximas horas se defina el rumbo que tome en su aproximación al mar.

El portavoz del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, ha insistido en que hay dos opciones: que esta colada avance en dirección sur y rodee la montaña de La Laguna, o por el contrario salte las cuencas existentes y arrase con los barrios desalojados el pasado miércoles.

Apenas ha variado la situación en las últimas horas en cuanto al avance del frente de la colada en La Laguna, donde el colegio está ejerciendo de "muro" de contención y se ha detenido en las inmediaciones de la plaza de la iglesia.

Ahora bien, en ese proceso de ralentización las coladas han ganado en espesor, ha apuntado Carmen López, directora del Observatorio Geofísico Nacional.

López ha dado cuenta de un dato que invita a pensar que la erupción va para largo: la medición de emisiones de dióxido de azufre en la zona del penacho arrojó ayer un valor de 28.745 toneladas, cuando debería oscilar entre las 100 y las 500 diarias para pensar en una remisión.

Preguntada por este alto valor, que contrasta con los de días anteriores, ha recordado que los expertos siempre avisan de que hablan de cifras subestimadas por las dificultades del proceso de medición, y ha añadido: "seguramente es más cercano a la realidad".