El Ángeles Alvariño ya trabaja en La Palma tras tomar el relevo del Ramón Margalef, el otro buque gemelo del IEO que estuvo trabajando en la isla al comienzo de la erupción del volcán de La Palma, pero ahora los científicos cuentan con una herramienta clave, de la que antes no disponían: un robot submarino que les permite examinar al detalle el fondo marino afectado por la lava. El vehículo submarino ROV Liropus 2000 -que así se llama- va equipado con sensores para medir la temperatura, la salinidad, la concentración de CO2 y con unos brazos articulados que le permiten recoger muestras de cierto tamaño.

Las cámaras de alta resolución son una herramienta fundamental para estudiar el fondo y la fauna marina, que permite visualizar todo lo que existe en el lecho marino y además se puede hacer un muestreo de lo que se está observando.

El vídeo que acompaña esta información muestra por un lado el grave destrozo que ha causado la lava tras llegar al mar y depositarse en la plataforma insular, pero también cómo algunas especies de crustáceos continúan en las inmediaciones junto a otras especies que se abren paso a pesar de los cambios repentinos en las condiciones biológicas.