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Erupción en La Palma | Ciencia para entender al volcán

Rocas blancas en la lava basáltica más viejas que La Palma

Estas piedras halladas en el entorno del

volcán tienen más edad que la propia isla

Una roca sedimentaria corre ladera abajo de piroclastos en La Palma. E. D.

Por las laderas que ha formado la deposición de piroclastos volcánicos, a veces se ven correr bombas blancas, que destacan entre el oscuro basalto y recuerdan a las restingolitas.

El paisaje de La Palma es de color negro volcán. Los fragmentos de piroclastos de picón, de mayor o menor tamaño, han colonizado lo que un día fueron pinares, carreteras que unían las dos partes de la isla o pueblos emblemáticos. De ahí que cada color que destaque del oscuro paisaje basáltico, sea motivo de interés. En los últimos días, el volcán ha empezado a escupir grandes bombas blancas que, según las primeras observaciones de los investigadores, podrían provenir de la corteza oceánica, donde se encuentra una capa de rocas sedimentarias muy anterior a la formación de la isla.

De hecho, como explican los científicos del Instituto de Geociencias de Madrid, estas vistosas piedras blancas se llevan acumulando debajo del edificio insular desde la edad jurásica. Es decir, su edad ronda como mínimo los 2 millones de años –cuando el magma abrió la corteza terrestre y empezó a formar la isla– y los 201,3 millones de años que concuerda con el periodo en el que reinaban los dinosaurios, el jurásico. En sus últimos días de vida, el volcán de La Palma ha empezado «arrastrar» a estas rocas sedimentarias con su lava, obligándolas a emerger de nuevo hacia el exterior, tal y como lo hizo en su día también el volcán de El Hierro, Tagoro.

Aunque faltan análisis químicos y microscópicos que permitan conocer la composición exacta de los sedimentos, el catedrático de geología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, José Mangas, descarta otros orígenes posibles, como el freatomagmático o el plutónico. «Para que hubiera sido expulsado como parte de un proceso freatomagmático - es decir, aquellas que son el resultado de la interacción entre el magma y el agua- tendría que estar laminado», afirma Mangas.

Por otro lado, afirma que tampoco pueden ser piedras plutónicas porque estas están formados enteramente por cristales. «Lo más probable es que sea roca sedimentaria de la corteza oceánica que el conducto eruptivo ha cogido de unos siete kilómetros de profundidad y lo ha arrastrado hacia el exterior», recalca Mangas, que explica que en su recorrido, la lava lo funde y puede producir «vacuolas o material vesiculado». Lo dice mientras observa la foto de un gran pedrusco blanco que ha recorrido varios metros de ladera repleta de cenizas y, por eso, no descarta otros posibles orígenes. «Puede ser traquita», remarca. Si fuera así, no habría ascendido desde tanta profundidad y sería una piedra más joven. «En ese caso se trataría de una roca diferenciada que se encontraba dentro del propio edificio insular».

Por su parte, el vulcanólogo del Instituto Natural de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC), Vicente Soler, está más a favor de la primera hipótesis, aunque advierte que «aún se deben hacer análisis de laboratorio» más pormenorizados. En una entrevista realizada en RTVC, el investigador resaltó que «lo más probable es que se trate de sedimentos que se encuentran en la base de la isla, depositados en el mar antes de que La Palma empezara a construirse».

La sedimentación ocurre en todo el océano. De hecho, si se pudieran observar las profundidades del mar abierto, se podría ver las rocas que se están acumulando en el fondo oceánico. Algunos de estos sedimentos son expulsados prácticamente sin cambios, pero en otras ocasiones «la lava los engloba» recubriéndolos de negro y lo saca como xenolito. Estas formas recuerdan y «parecen corresponder» en lo que a material se refiere, con las restingolitas que surgieron en la erupción de El Hierro. Soler concluye que, para confirmarlo, habrá que «ver si tiene pequeños fósiles, nanofósiles que es lo que se encontró en la erupción del Tagoro».

  • ¿De dónde proceden?

    Sedimentaria.De la corteza bajo la isla

    La hipótesis más probable es que estas piedras sean muy antiguas y provengan de las rocas que se sedimentaban en los fondos marinos antes de que la isla de La Palma emergiera.

    Traquita. En el edificio insular

    Cabe la posibilidad, no obstante, que las rocas procedan del propio edificio insular, entre 4 y 6 kilómetros de profundidad.

    Freatomagmática.Contacto con el agua

    En su camino hacia la superficie, el magma al contacto con el agua el material también puede adquirir un color «leche». Sin embargo, en este caso, no es probable por la forma de las rocas, que no están laminadas.

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