El buque Ángeles Alvariño, del Instituto Español de Oceanografía (IEO), partirá este miércoles rumbo a El Hierro para recoger "información vital" en el cráter del volcán submarino Tagoro, antes de continuar su marcha hasta La Palma.

A través de las redes sociales, IEO Canarias indica que "la ciencia de El Hierro es aplicable a La Palma".

Este buque oceanográfico, que se encuentra amarrado en estos momentos en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, está equipado con el vehículo submarino ROV Liropus. Su misión en La Palma, adonde está previsto que llegue el jueves, será continuar los estudios y tratar de observar de forma directa la entrada de lava en el mar.

Antes que el Ángeles Alvariño, que en su día monitorizó la erupción del Tagoro y más recientemente intervino en la búsqueda de las niñas Anna y Olivia, otro buque del IEO, el Ramón Margalef, siguió desde el mar la evolución de las coladas del volcán de La Palma y realizó análisis sobre su impacto en el medio marino.

Fueron diez días de trabajo ininterrumpido en los que el equipo científico a bordo caracterizó las propiedades físico-químicas y biológicas del agua y la geomorfología del fondo antes y después de la llegada de la colada.

El equipo científico estuvo liderado por el IEO-CSIC, en colaboración con el Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN-CSIC), el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC), y las universidades de La Laguna, Las Palmas de Gran Canaria y Salamanca.

En total recogieron cerca de 3.000 muestras de agua de mar que suponen más de 500 litros, desde la superficie hasta los 1.200 metros de profundidad y, algunas de ellas, a escasos metros de la colada gracias al uso de drones pilotados por el equipo SeaDrone del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN-CSIC), que permitieron además analizar la temperatura superficial del agua alrededor del delta de lava gracias a una cámara térmica.

Además, el equipo de geología marina realizó una caracterización del fondo marino de la zona occidental de la isla de La Palma antes y después de la llegada de la lava.

Para ello, se cartografiaron cerca de 30 hectáreas en diferentes áreas con ecosonda multihaz y se obtuvieron muestras del fondo con dragas de roca.

Este estudio aportará información complementaria sobre el desarrollo del episodio eruptivo en la isla de La Palma, permitiendo tener una imagen más completa del funcionamiento del sistema volcánico de la isla y generar conocimiento científico a partir del cual se pueda contribuir a mejorar los sistemas predictivos y de alerta temprana.