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Erupción en La Palma | Una imagen que dio la vuelta al mundo

La imagen de la resistencia en los cultivos de La Palma dañados por el volcán

La foto de Yulian tratando de salvar la cosecha de plátanos ha dado la vuelta al mundo | «Que pare ya, nos está destrozando», suplica

Yulian Lorenzo carga envuelto en cenizas una piña de plátanos en una finca de Tazacorte antes de trasladar la cosecha a una empaquetadora de Fuencaliente. Kike Rrincón (Europa Press)

Kike Rincón, fotógrafo de ‘Europa Press’, lo captó en pleno esfuerzo. Envuelto en cenizas en una finca de plátanos de Tazacorte intentando salvar la cosecha. Se llama Yulian Lorenzo, nació en Fuencaliente hace 33 años y nunca le gustó estudiar. «A mi hijo le digo que estudie, esto es duro», aconseja.

Yulian lleva media vida trabajando en los plátanos. A los 16 años intentó formarse como electricista, pero los estudios no eran lo suyo y puso rumbo a una de las plantaciones en las que su padre ejercía de medianero. Nació en Fuencaliente, es el segundo de los tres hijos del matrimonio que sellaron Delio Lorenzo y Blanca Nieves y creció en Las Indias, un barrio humilde en el que está su primera escuela. Más tarde fue a la de Los Canarios –primer avituallamiento de los corredores que inician la Transvulcania junto al Faro de Fuencaliente– y de ahí al IES de la Villa de Mazo.

Su hermano pequeño, Antonio Cecilio, también vive del plátano y su hermana mayor, María Euroliva, optó por alistarse en el sector turístico. La madre del pequeño Iriome Lorenzo (6 años), su exmujer, se gana el sueldo en una empaquetadora de fruta. Yulian Lorenzo Martín (1988) es el protagonista de una imagen que sigue dando la vuelta al mundo. Kike Rincón, fotógrafo de Europa Press, lo captó en una finca de Tazacorte salvando la cosecha, tiznado por la lluvia de ceniza y sudando a mares. «Ya le he dicho que estudie, que se busque una salida laboral lejos de las plataneras porque esto es muy duro», cuenta sobre el futuro que le espera a su hijo. Él, de momento, solo pide un deseo: Que el volcán «pare ya, nos está destrozando».

Yulian probó fortuna en la cadena de filiales del Mensajero, pero sus «mejores años» como futbolista se los dio al Fuencaliente y al Mazo. Jugaba de todo un poco, pero acabó dominando uno de los laterales. El deporte siempre se le dio mejor que los estudios y antes de los 17 ya estaba recogiendo fruta. Empezó a ganarse un jornal meses antes del accidente mortal de su padre. Eso ocurrió en 2003. En plena adolescencia sumó a los consejos paterno la experiencia adquirida en las plataneras. «Si él estuviera vivo (se hace el silencio)... Mi padre me hubiera dicho que ‘las cosas se van a poner jodidas, pero no hay que rendirse».

Dieciocho años después de empezar a cargar sus primeras piñas, Lorenzo es el encargado de reclutar y organizar unas cuadrillas (30 a 40 hombres) de recogida de fruta en Fuencaliente, Puntagorda, Tazacorte y las Breñas. «Por encima está mi jefe, que estos días también conduce camiones porque aquí faltan muchas manos», confiesa.

El día que fue fotografiado llegó a la platanera a las diez de la mañana. No pudo ir antes porque los accesos estaban cortados. Él y otros tres compañeros salvaron alrededor de 200 piñas –la operación rescate se alargó hasta las 14:00 horas– y el cargó unas 50 (el peso varía entre los 70 y los 100 kilos). «La fruta está buena. Por fuera está manchada de ceniza, pero por dentro no ha sufrido», resume antes de lanzar un SOS. «Si esos plátanos se quedan en la empaquetadora y nadie los compra, todos nos vamos al ERTE».

Desesperación entre los plataneros de La Palma

Desesperación entre los plataneros de La Palma Video: Agencia Atlas | Foto: EFE

El «reclutador» de los ERTE

Yulian es consciente de que la crisis provocada por la erupción del volcán de Tajogaite «dejará herida de muerte» a la economía local. Ayer, por ejemplo, los regantes de las áreas afectadas no pudieron remojar las tierras y las pérdidas en la zona cero se sitúan por encima del 40% de la producción. Pero antes de que apareciera la lava vino el covid-19. Muchos de los que entraron en ERTE por culpa de los recortes de la pandemia acudieron a Yulian para ver si este les podía recolocar en las plataneras. «Algunos lo intentaron, pero no pudieron. Aquí las cosas no son fáciles y pocos son los que aguantan la faena en los invernaderos».

Yulian Lorenzo sabía que estaba en el punto de mira de Kike Rincón la mañana en la que se hizo la fotografía que muchos han bautizado como la foto de la resistencia, pero asegura que no fue ‘un posado’. «Con eso sobre el hombro, la ceniza mezclada con el sudor [cuenta que los picores son de gran intensidad] y las prisas por salir de allí, no estaba para figurar». Había que salir de allí «quemando ruedas». Esa es una buena pista para lograr comprender la atracción que siente por las carreras de coches.

Piloto y copiloto en pruebas de velocidad y montaña, este recogedor de fruta le dictaba las curvas a su amigo Aníbal 24 horas antes de que comenzara a salir la lava en Montaña Rajada. «Aquel sábado corrimos el Rally Isla Bonita», y apenas una horas después «las coladas se llevaron la casa que mi compañero en Los Campitos».

Entonces la catástrofe se concentraba en Las Manchas y los peores presagios rodaban ladera abajo camino de Todoque (Los Llanos de Aridane). «Mi madre vivió la erupción del Teneguía [1971], pero cuando hablo con ella me dice que esto es diferente; nadie es capaz de encontrar una salida en medio de esta oscuridad».

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