La colada que emerge de las dos nuevas bocas eruptivas que ha abierto el volcán de la Cumbre Vieja de La Palma pone en peligro las casas que quedan en pie en los barrios de El Paraíso y Alcalá, los primeros que engulló la lava cuando comenzó la actividad volcánica. La lengua de material magmático que emana de estos focos se encamina hacia la zona industrial del Callejón de la Gata, donde hay numerosos talleres y almacenes, y los vecinos de La Laguna temen que sus viviendas corran peligro ahora. Desde el doble punto emisor, que se sitúa unos 600 metros al noroeste del cráter principal, brota lava fluida (líquida) que discurre por la parte trasera del cono principal y avanza hacia la costa aprovechando la topografía favorable. Esta lengua, según explicó el director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, busca unirse al cauce de la «colada primigenia», que discurre paralelamente a unos 450 metros de distancia y que alcanzó el mar por la vertiente sur de la montaña de Todoque. En este escenario, que no se escapa a las previsiones de los científicos, el material magmático ha ido ganando terreno en dirección oeste y a su paso ha engullido varias edificaciones.

Ambas bocas, separadas entre sí por solo 15 metros, se activaron a las 2.30 de la madrugada y el río de lava superó sobre las 10 de la mañana la carretera LP–212, que une el municipio de El Paso con el barrio de Las Manchas. El siguiente corte que encontrará la colada será la LP–2, una de las principales arterias de la isla, ya que es la vía que va desde Tazacorte hasta Fuencaliente. Ambas calzadas cuentan con cortes parciales debido al paso de la colada principal, que las atravesó durante las primeras jornadas de la erupción. La lengua del doble foco surgido en la madrugada de ayer se dirige hacia cotas inferiores y los equipos del Pevolca vigilan su evolución y la monitorizan para crear un modelo matemático, con el que predecir el comportamiento más probable de la colada. En base a esos resultados, tomarán las medidas preventivas que estimen oportunas para evitar daños personales.

En las últimas horas se han registrado decenas de temblores en La Palma, el mayor de una magnitud de 3,6 grados, y se localizan a una profundidad de entre 10 y 15 kilómetros.

En la Cumbre Vieja de La Palma hay cuatro focos que mantienen una actividad intensa. Al cráter principal y a la boca que se abrió hace justo una semana, cuando colapsó el cono, se suman ahora estos dos nuevos centros emisores. El comportamiento del volcán es mayoritariamente efusivo, con una gran emisión de lava, aunque también se registran episodios explosivos de baja o moderada intensidad, en los que lanza material magmático. En las últimas horas no solo ha expulsado grandes cantidades de ceniza, sino que también ha generado un lluvia de piroclastos y lapilli (picón) que sorprendió haciendo trabajo de campo a tres de científicos del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), quienes se resguardaron de la explosión y salieron ilesos.

El volcán de tipo fisural y estromboliano de Cumbre Vieja ha emitido 80 millones de metros cúbicos de material magmático en solo 13 días. Esto es ya el doble de lo que expulsó el Teneguía, en 1971, del que brotaron 43 millones de metros cúbicos a lo largo de los 24 días que permaneció activo. Antes de que comenzara el episodio eruptivo el 19 de septiembre, los técnicos estimaron que el material magmático del nuevo volcán era de unos 11 millones de metros cúbicos, después elevaron la cantidad hasta los 20 millones. Si bien estas estimaciones no tienen en cuenta el magma que procede de capas profundas, porque se basan en la medición del abombamiento del terreno.

El volcán de La Palma, a vista de pájaro el pasado viernes, en el decimotercer día en erupción

El volcán de La Palma, a vista de pájaro en el día décimotercero en erupción Instituto Geológico y Minero de España

Sin riesgo para la salud

El avance imparable de la roca incandescente por la ladera oeste de La Palma hasta llegar al mar ha afectado ya a 1.005 edificaciones, de las que 870 han sido engullidas por la colada. Según los últimos datos recabados por el sistema europeo de vigilancia terrestre, Copernicus, que corresponden a la madrugada del viernes, hay más de 30 kilómetros de carrera dañados por la lava, de los cuales 27,7 están completamente destruidos. Asimismo, los satélites que monitorizan los efectos del volcán estiman que la superficie ocupada por la ceniza se extiende por 3.172,9 hectáreas.

A lo largo del episodio volcánico la morfología del cono sufrirá modificaciones de forma continua. Se registrarán fases de crecimiento, propiciadas por la acumulación de lava, y fases de decrecimiento, en los que colapsa y se rompe. La altura de la columna de cenizas y gases alcanzó ayer los 6.000 metros de altura. Debido a las condiciones atmosféricas y el viento, la nube de cenizas y dióxidos puede afectar a la vertiente norte de La Palma, aunque a lo largo de la pasada noche se esperaba un giro hacia el sur y suroeste. Este cambio puede suponer que la ceniza fina llegue a la isla de El Hierro.

El volcán emite cada día 8.700 toneladas de dióxido de azufre (SO2). Aún así, gracias a la altura a la que es expulsado y a vientos los alisios, la calidad del aire sigue siendo salubre.

El volcán emite cada día 8.700 toneladas de dióxido de azufre (SO2). Aún así, gracias a la altura a la que es expulsado y a la presencia de los vientos alisios, la calidad del aire sigue siendo salubre, según insistieron desde el Pevolca. En el valle de Aridane, la zona más próxima a la boca emisora, los niveles se encuentran dentro de los límites saludables y respirables, aunque a medida que se acerca a la zona de la erupción, los parámetros se alteran y por ello se ha establecido una zona de exclusión de un mínimo de 2,5 kilómetros. Morcuende reconoció que en Los Llanos de Aridane no se registra la misma calidad del aire que en Barlovento, al otro lado de la isla, «pero aún así es saludable».

La Unidad Militar de Emergencias (UME), tras la llegada de la colada de lava al mar, ha detectado picos puntuales en determinadas zonas en los que los que el aire sobrepasa los niveles exigidos, pero no significa que de momento haya un riesgo para la salud de la población. Además, algunas estaciones de control de la calidad del aire próximas al volcán han detectado un aumento en la concentración de SO2. Por esto, los vecinos de los núcleos costeros de Tazacorte –San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa– continúan confinados mientras el servicio de emergencias canario 112 recomienda el uso de mascarillas FFP2 y evitar que las personas vulnerables permanezcan en espacios abiertos.

La actividad sísmica de La Palma no ha cesado tras la erupción del volcán. En las últimas horas se han registrado decenas de temblores, el mayor de una magnitud de 3,6 grados, y se localizan a una profundidad de entre 10 y 15 kilómetros, aunque también se han confirmado otros más superficiales en la zona eruptiva. El nivel de tremor aumentó a lo largo de la tarde del jueves y en algunas estaciones cercanas a la fajana que está creando la lava en el litoral palmero se ha registrado tremor de alta frecuencia. Los movimientos de mayor intensidad se han percibido en el municipio de Fuencaliente, en la zona donde comenzó la intensa actividad sísmica el 11 de septiembre. Los movimientos terrestres han vuelto a sus orígenes y, si bien los científicos desconocen exactamente a qué se debe, podría estar relacionado con un reajuste de la estructura interna del sistema magmático. Otra opción que se baraja es que el volcán se esté realimentando desde un reservorio de lava a niveles más profundos. No obstante, este comportamiento sísmico es habitual en los procesos eruptivos de las Islas y ya se vivió una situación similar durante la crisis del volcán Tagoro, en El Hierro.

El avancede la lava ha afectado ya a 1.005 edificaciones, de las que 870 han sido engullidas por la colada. Además, hay 30 kilómetros de carretera dañados.