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Erupción de la palma | El drama de los evacuados

Los desalojados ponen rumbo al hotel de Fuencaliente

Ashotel ha insistido en que los afectados sean reubicados en camas hoteleras, el Gobierno de Canarias ha accedido

Erupción La Palma: Traslado de los desalojados al hotel de Fuencaliente

Erupción La Palma: Traslado de los desalojados al hotel de Fuencaliente Daniel Hernández

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Erupción La Palma: Traslado de los desalojados al hotel de Fuencaliente Daniel Hernández

El Gobierno de Canarias, a petición popular y tras la insistencia, desde el pasado domingo de Ashotel (Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife), ha puesto a disposición de una parte de los desalojados más de un centenar de camas en el Hotel Teneguía Princess, en la costa de Fuencaliente. En los próximos días se habilitarán otros complejos y viviendas vacacionales que se han ofrecido al área de Turismo del Cabildo de La Palma.

A las 20:30 horas de ayer, dos guaguas de Transporte Insular de La Palma (TILP) salieron de El Fuerte y pusieron destino, casi con un centenar de vecinos de El Paso y Los Llanos de Aridane, al complejo de cuatro estrellas de la cadena Princess. Horas antes, otros desalojados fueron en sus propios vehículos hasta el hotel situado entre La Zamora y la playa de Puntalarga.

De este modo, El Fuerte libera plazas por si resultaran necesarias en los próximos días.

Por su parte, según avanzó el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, el Hospital de Dolores, residencia sociosanitaria ubicada en Santa Cruz de La Palma, ya tiene habilitada una planta para las personas con movilidad reducida, los primeros desalojados, incluso antes de que se produjera la erupción en Cabeza de Vaca (El Paso).

Raúl Camacho, consejero de Turismo del Cabildo de La Palma, afirma que hoteleros y propietarios de diversos recursos alojativos de la Isla han puesto a disposición de las personas evacuadas las camas que no están sujetas a una reserva. «Desde el Cabildo estamos gestionando la bolsa de oferta. No obstante, tenemos que ser conscientes de que muchas camas ya están ocupadas por turistas que ya estaban o arribarán a la Isla en las próximas fechas», comenta. En los próximos días también habrá recursos disponibles en el municipio de Los Llanos de Aridane, pero precisan de algunas adaptaciones.

El Fuerte más vulnerable.

Cadenas de televisión y un continuo goteo de vehículos rompen el silencio de El Fuerte que, en sus entrañas, guarda más debilidad que nunca. Incertidumbre y tristeza en las 137 personas que aguardan por un atisbo de luz. Algunos, con la esperanza de recibir una buena noticia; otros, deseando despertar de la pesadilla que les ha dejado sin nada. Ya han pasado más de 250 personas por el acuartelamiento militar situado en la zona de Los Guinchos, en el término municipal de Breña Baja.

Entre la agonía y la desolación. Bajo el techo de El Fuerte conviven desde la noche del pasado domingo, 19 de septiembre, vecinos de El Paso y Los Llanos de Aridane han compartido las penurias del desastre de la erupción volcánica que se ha cebado con los barrios de El Paraíso y Todoque.

El recinto militar era hasta ayer , cuando se ‘abrió’ el hotel de Fuencaliente, el único punto que se ha habilitado en la Isla para dar cobijo a las personas desalojadas sin una segunda residencia o vivienda de familiares o amigos.

Entre los recursos materiales con los que cuenta se encuentran cuatro ambulancias, un vehículo de logística, uno de rescate y dos de transporte adaptado, 650 camas, más de 3.000 mantas entregadas y 480 kits de higiene, y hay preparado, por si fuera necesario, un puesto médico avanzado con 50 plazas que permitiría reforzar el Hospital Insular del Servicio Canario de Salud, y 1.350 camas adicionales.

El albergue que gestiona Cruz Roja quedará en las próximas horas disponible para aquellas personas que hayan dormido en sus vehículos en los días pasados, así como ciudadanos que puedan ser desalojados en los próximos días.

Torres: «No a los bulos».

El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, asegura que el número de desalojados «sigue en 5.000 evacuacuaciones», ha querido recordar ante la difusión de informaciones sobre más desalojos y ha insistido en que «los bulos y noticias falsas crean alarma innecesaria en una situación ya de por sí dramática», ha concluido..

«Lo hemos perdido todo».

Corrían las 15:13 horas cuando Remedios Armas, vecina del camino de El Pastelero, muy cerca del CEIP Los Campios, sintió un «temblor, una especie de zumbido y un silencio que precedió a una explosión enorme. Salimos con lo puesto, salía muchísima lava y pensábamos que llegaba a casa en pocos minutos», relata emocionada.

«Desde que vi la columna de humo a que la colada de lava empezó a correr a toda velocidad montaña a bajo, tan sólo pasaron dos minutos; la primera bajada del fuego fue espeluznante», relata una de las afectadas.

El embate del fenómeno natural se cebó con toda la familia Armas, y es que los dos hermanos de ‘Reme’ también perdieron sus viviendas antes de que la colada entrara a Todoque.

La pasense, que compartía vivienda con sus mellizos de dos años, su hijo adolescente de 15 y su madre de 89, rememora el momento en el que se despidió de su casa. «Sabía que no volvería nunca más a ella; horas después vi una imagen en la que el magma se encontraba dentro de ella. Esto es muy duro», dice Armas.

La víctima de la colada que ya ha afectado a más de 300 viviendas y más de 154 hectáreas, echó en falta cobertura de camiones que le hubieran ayudado a ella y a sus vecinos a rescatar parte de sus pertenencias. «Me indigna ver cómo en Todoque se han usado palas para intentar desviar la colada antes de que esta afectara a la iglesia y a algunas viviendas colindantes; es injusto», clama.

«El mal no ha venido solo».

«Querría estar en otro lado, pero esto no se elige. Nos ha tocado dos seguidas, el mal no ha venido solo. Es lo que hay, no hay nada que hacer, no podemos poner en riesgo nuestra vida porque ello supondría poner en riesgo la de otros», asegura Antonio Luis Simón, vecino de una de las zonas de desalojadas, que marcha en taxi a hacer gestiones bancarias en la capital.

«Nuestro futuro es incierto».

Desde otra perspectiva lo viven los vcinos desalojados de la zona de La Bombilla. Dos de ellas se alojan en El Fuerte sin saber qué pasará con el litoral. «Es un sinvivir, nos marchamos dejando atrás nuestra vida», dicen al unísono.

«Quedaremos incomunicados».

La familia de Manuela y Víctor es una de las que ha decidido, tras dos días en casa de unos amigos, ingresar en El Fuerte. «Nos quedamos en la zona oeste; no obstante, no era nuestra casa y, además, la calidad del aire no era la idónea para los niños», dice el progenitor sobre sus menudos vástagos.

En la jornada de ayer llegaron al albergue de  la Cruz Roja para, por el momento, quedarse ahí. «No iremos al hotel de Fuencaliente, ya que volveríamos a exponer a nuestro bebé y a nuestra niña a un lugar donde, si sopla el viento hacia allí, cae ceniza y cuesta respirar», comenta el vecino de Puerto Naos.

La familia consiguió sacar sus pertenencias aunque, supuestamente, “Puerto Naos no va a resultar afectado por la lava», pero sí que se prevé que quede “incomunicado», relata el padre de Hienghene y Airic.

La ayuda psicológica, fundamental

El parapeto que contiene un torrente de emociones y ayuda a canalizar el luto de personas que, sin perder a nadie, lo han perdido todo. Cristina García González, coordinadora provincial del GIPEC (Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes), comenta a El Día que tanto ella como su equipo son profesionales «especializados en situaciones como esta», dice por la erupción y la hecatombe que trae consigo la colada que ha acabado con centenares de hogares.«No hacemos terapia, de lo que nos encargamos es de esos primeros auxilios psicológicos, que es ser ese parapeto para las personas una vez que son desalojados de sus viviendas y acuden a uno de los puntos habilitados por las administraciones», aduce la especialista en emergencias.Entre los episodios más repetidos,  personas en estado de ‘shock’, negación… incertidumbre, «porque no saben si su vivienda va a ser igual no devastada por la lava. El dolor se palpa en el ambiente», aduce García. Entre los sentimientos más repetidos, «rabia e impotencia», reconoce.«Lo que intentamos hacer con las personas es esa ventilación emocional y la escucha activa para que puedan sentirse arropados por nosotros», explica.Como equipo especializado en emergencias, trabajan principalmente el «duelo», que hay que entenderlo como algo más amplio que la muerte de un familiar, ser querido o conocido. «El duelo es la pérdida de cualquier cosa; con las viviendas, se han ido infancia, adolescencia, una vida y, sobre todo, la lucha que han mantenido para conseguir lo que tenían… todo se ha ido de la noche a la mañana», concluye Cristina García. Profesionales del Colegio Oficial de Psicología de Santa Cruz de Tenerife (@copsctenerife) han colaborado con los de Cruz Roja.

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