La recuperación para la agricultura del suelo volcánico que dejará la erupción del volcán de la isla de La Palma será "un proceso bastante lento" que podría prolongarse más de 20 años, según ha manifestado a Efe Sergio Pérez Ortega, investigador del Real Jardín Botánico.

"Los líquenes serán los primeros organismos vivos que se instalarán en los suelos volcánicos" que dejará la erupción del volcán de la Cumbre Vieja, en la isla canaria de La Palma, ha indicado a Efe Pérez Ortega y ha adelantado que "la sucesión de especies" en esos suelos "va a ser relativamente lenta".

Científicamente los líquenes, pequeños organismos que nacen de la simbiosis entre un hongo y un alga, pueden vivir bajo cualquier condición climatológica y su capacidad de retener la humedad les confiere potestad para ayudar a que la vida resurja en las zonas más áridas, incluidas las afectadas por grandes erupciones volcánicas.

Estos organismos son capaces de producir unas pequeñas sustancias ácidas que a su vez modifican el suelo volcánico dando paso a la implantación de nuevas formas de vida.

Los líquenes, según Pérez Ortega, aportarán a los suelos calcinados por la lava el sustrato y los nutrientes necesarios para que las plantas puedan crecer de nuevo la zona de Cumbre Vieja que, ha recordado, es "la parte más árida de la isla" de La Palma.

El experto no ha podido precisar el tiempo que discurrirá hasta que los suelos cubiertos de lava vuelvan a ser fértiles, pero ha señalado que en zonas volcánicas de Hawái o de Reunión transcurrieron "entre 10 y 20 años" hasta que aparecieron los primeros líquenes y varios años más hasta que nacieron las primeras plantas vasculares.

Ha explicado también que lo normal es que al principio se desarrollen especies muy concretas de líquenes capaces de vivir en unos suelos cuyas características químicas son "muy específicas" y que con las plantas sucederá lo mismo.

"Las primeras que entren, las pioneras, serán más generalistas, capaces de instalarse en cualquier tipo de substrato, y con el tiempo facilitarán que se instalen otras con requerimientos ecológicos mas concretos", ha indicado el investigador.

En cuanto al nivel de fertilidad que podrían alcanzar los suelos que rodean al volcán de La Palma, Pérez Ortega ha dicho que "depende del tipo de lava" que los cubra porque "no todas tienen las mismas características y no en todas pueden vivir los mismos líquenes ni las mismas plantas".